Junts deja al 'Govern' en minoría y con los Presupuestos catalanes en el aire
- ERC necesitará a Podemos y PSC si su exsocio de coalición le da la espalda
- Pere Aragonès afirma que pretende completar la legislatura
Estela López
Junts ha dinamitado este viernes la legislatura catalana con la formalización con efectos inmediatos de la ruptura del gobierno de coalición con ERC en la Generalitat, dejando ahora a los republicanos en minoría y con los Presupuestos catalanes para 2023 en el aire, ya que los estaba elaborando el consejero de Junts Jaume Giró.
En este contexto, Pere Aragonès deberá gobernar con solo 33 escaños de los 135 que tiene el Parlament, y la única manera de empezar el año con Presupuestos autonómicos sería dar por buenos los preparativos realizados hasta ahora por Giró y buscar apoyos en En Comú Podem y el PSC.
El secretario general de Junts, Jordi Turull, afirmó este viernes que, pese a su salida del gobierno catalán, no se desentenderán "de lo que preocupa a la gente", pero también aseveró que de momento no se definen sobre las Cuentas catalanas porque no saben cómo serán finalmente.
Aunque Junts hubiese dado continuidad a la coalición con ERC, Podemos era un apoyo necesario para sacar adelante los Presupuestos en el Parlament, y de hecho, con Junts fuera de la Consejería de Economía, el entendimiento puede ser más fácil con ERC, si bien no será una buena noticia para el bolsillo de los catalanes, porque la única de estas formaciones partidaria de rebajar la presión fiscal en Cataluña era Junts.
En sus últimos días como titular de Economía, Giró había defendido esta semana rebajar el mínimo exento del impuesto sobre la renta, deflactar el tramo autonómico del IRPF y subir el mínimo exento del impuesto de Patrimonio de los 500.000 hasta los 700.000 euros. Sobre este último punto, reivindicó que esta franja no se trataba de grandes patrimonios y que serviría para equipararse a otras autonomías y no perder competitividad por motivos tributarios.
División y reproches
El partido liderado por Laura Borràs y Jordi Turull dejó en manos de la militancia la decisión de continuar o salir del Ejecutivo autonómico, y la opción de abandonarlo ganó con un 55,73% de los votos, mientras que el 42,39% apoyaba seguir, en una consulta con una participación récord del 79,18% de los 6.465 militantes con derecho a voto, lo que también refleja la división interna de la formación, si bien sus dirigentes afirmaron que "todos" en el partido asumen el resultado.
La presidenta de Junts, Laura Borràs, expuso en rueda de prensa que pasarán a ser una oposición "firme y responsable", mientras que puso en entredicho la "legitimidad democrática" de un gobierno en solitario de ERC: "A Pere Aragonès solo le quedan 33 de los 74 escaños que le daban apoyo al iniciar la legislatura". Entonces, contó con el apoyo de Junts y la CUP para su investidura.
Ofrecimiento para reeditar el tripartito
La ruptura del Ejecutivo de ERC y Junts en la Generalitat abre un necesario pero complicado juego de alianzas ante el rechazo de los republicanos a convocar elecciones autonómicas anticipadas cuando no se ha cumplido ni medio mandato.
Y es que la celebración de las municipales dentro de ocho meses hace inviables acuerdos estables alternativos, pese al ofrecimiento de En Comú Podem a reeditar el tripartido con ERC y PSC.
Aragonès prevé completar la legislatura
El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, respondió a la salida de Junts del Ejecutivo catalán hablando de "nueva etapa" con un gobierno reestructurado "con la máxima celeridad" y al servicio de la ciudadanía, que "esté a la altura" para responder a los retos económicos y sociales que se avecinan y con voluntad de completar la legislatura, que todavía no ha llegado a su ecuador.
Podría haber consejeros más allá de ERC, ya que Aragonès habló de su voluntad de tejer "alianzas para hacer avanzar el país" y de contar con personas que apoyen el derecho de los catalanes a decidir su futuro político.