Así es Jared Birchall, la mano derecha y antítesis de Elon Musk
- Birchall jugó un papel clave en la oferta de compra de Elon Musk por Twitter
- Su sueldo oscilaría, como mínimo, entre 1 y 3 millones de dólares al año
Alejandro Serrano Martínez
Todo multimillonario esconde una persona de confianza. Y más si eres la persona más poderosa del mundo, económicamente, como es Elon Musk, con un patrimonio que llega a los 206.000 millones de dólares, según el índice de riqueza de Bloomberg. El dueño de Tesla y Space X cuenta con la presencia entre sus filas de Jared Birchall, exbanquero de Morgan Stanley que se ocupa de solucionar los problemas de su jefe. Es decir, en términos cinéfilos, el Señor Lobo (Pulp Fiction) es a Jared Birchall lo que Marcellus Wallace es a Elon Musk.
Birchall inició su carrera profesional como analista en Goldman Sachs para después firmar en el año 2000 por el grupo de banca privada e inversiones de Merrill Lynch. Allí, solo atendía a clientes con al menos 10 millones de dólares en activos. Tras una década en Merrill, de donde fue despedido en 2010, Birchall pasó dos meses después a Morgan Stanley y, finalmente, en 2016, Musk le fichó para dirigir Excession, el family office (una firma de asesoría financiera y de administración patrimonial que apoya a una o varias familias de patrimonios multimillonarios) del magnate.
Pero, ¿cómo y por qué le confía Elon Musk sus asuntos? Según cuentan varios amigos de Birchall para Business Insider, es "una persona que tiene la ética muy presente y es digno de confianza", y destaca "porque los asesores financieros no son conocidos por ser las personas más honestas y éticas". También cuentan que la naturaleza mesurada y diplomática de Birchall funciona como un contrapeso necesario para el impulsivo multimillonario. "Es la persona más recta que puedes conocer", confiesa otro colega. "Sus consejos son tranquilos y directos. Jared habla después de escuchar a otras personas".
Con todo esto, se podría decir que Bichall es la antítesis de Musk. Tanto sus amigos como familiares le describen como agradable, de voz suave y tranquila, educado y hombre de familia. A diferencia de su jefe, Birchall mantiene un perfil bajo: es mormón, pertenece a la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días y no puede beber café ni alcohol, ni mucho menos fumar marihuana, algo que Musk hizo en el podcast de Joe Rogan. Así que se podría decir que Birchall es todo lo contrario a su jefe: Elon Musk.
Birchall, de 47 años, es una persona muy ocupada, laboralmente hablando. La mano derecha de Musk es, además, consejero de muchas de las fundaciones y empresas de su jefe. Durante varios años incluso figuró como director general de Neuralink, una empresa de microchips cerebrales, aunque al parecer sólo lo era sobre el papel. También organiza viajes para los hijos de Musk, vende las casas, se pone en contacto con los banqueros, contrata a las niñeras y los guardias de seguridad y compra dominios web para él.
Ser la mano derecha o el número 2 de Musk significa ganar mucho dinero. Por eso, según un informe de Morgan Stanley, un director de una gran family office, como puede ser la de Musk, gana entre 1 y 3 millones de dólares al año. Pero la compensación puede ser mucho mayor según las responsabilidades, especialmente si incluye la gestión directa del dinero seleccionando acciones o fondos de cobertura para invertir.
Volcado con la compra de Twitter
Unas de las grandes aportaciones de Birchall a la causa de Musk ha sido la de ayudarle a reunir los 46.500 millones de dólares en su intento por comprar Twitter. En esta operación participó con un paquete de financiación complejo que inicialmente incluía un préstamo récord de 12.500 millones de dólares vinculado a la participación de Musk en Tesla. En este sentido, tal y como describe Bloomberg, él interactuaba con Wall Street para alinear los préstamos que eran clave para asegurar el trato.
El pasado jueves, Musk reveló que un grupo de inversores estaba aportando más de 7.000 millones en acciones, entre los que destacan el multimillonario Larry Ellison, la firma de capital de riesgo Sequoia Capital y la compañía de intercambio de criptomonedas, Binance. Pues bien, Birchall fue el encargado de ponerse en contacto con ellos y trabajando para impulsar el acuerdo.