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La economía española cumple 45 años en democracia
- En 1977 se realizaron las primeras elecciones democráticas en España
- Análisis de la evolución de la productividad, empleo y endeudamiento
Cristian Gallegos
Este miércoles 15 de junio se cumplen 45 años de las primeras elecciones democráticas en España, tras la muerte de Franco. Un hito para hacer un balance de lo que ha pasado en la economía de nuestro país desde el inicio de la democracia.
En esta evolución, cinco años atrás, Jordi Sevilla, economista y ex ministro de Administraciones Públicas del gobierno de España entre 2004 y 2007, señaló en un documento publicado en Foro Económico Mundial, que España se consideraba "un país más rico, más igualitario, con una gran oferta de servicios públicos, que dispone de una amplia red de infraestructuras y con un alto grado de apertura al exterior".
En el documento, el ex ministro, también hizo hincapié que nuestro país tenía una "baja" productividad, con "dificultades" para generar empleo suficiente y demasiado "propensos" al endeudamiento.
Cinco años después el panorama parece similar en materias de productividad con caídas en cifras nunca vistas (6,6%), leves alzas de empleo y endeudamiento que roza cifras históricas del PIB (118%). A eso se suma, la crisis energética que vivimos por estos días, el Covid-19, que arrasó con miles de vidas y también con la economía de los países. Resultado de ello, alta inflación y precios por los cielos.
Con la llegada de la democracia en 1977 se tenían grandes aspiraciones de cara a una economía competitiva. Una década atrás, entre el 60 y el 70, España respiraba tiempos de augurio con una economía en crecimiento en comparación con el resto de la región. En 1973 el PIB por habitante en el país representaba un 64% del europeo, con ello aumentó el campo industrial, la construcción, el turismo y los servicios.
Al llegar la transición, sin embargo, estábamos en "desventaja" respecto al entorno europeo. Esta salida de meta tenía la debilidad generada por la crisis del petróleo. "La economía comenzó una senda de reforma y apertura al exterior con un acercamiento progresivo a los países europeos como objetivo", explicó Sevilla.
Hacia los años 80 empezó la remontada económica y el desarrollo del estado del bienestar. "La incorporación de España a la Comunidad Económica Europea (1986) y el proyecto de Unión Económica y Monetaria (1990-1999) han sido factores muy determinantes y de estímulo para el proyecto económico y social de nuestro país", destacó el economista.
Crecimiento económico
El Producto Interior Bruto ha pasado de 39.819 millones en 1975 a 1.202.994 millones de euros en 2022. Entre los años 1975 y 2000 el PIB creció, en términos reales, un 89% y en los últimos 20 años ha crecido un 142,5 %, pasando de 459.337 millones en 1995 a 1.202.994 millones en 2022 (precios corrientes).
Con las cifras detalladas anteriormente, se pueden observar los distintos ciclos económicos.
"La llegada de la democracia coincidió con un período de recesión y estancamiento hasta 1985, año en el que se inició una etapa expansiva. Tras la desaceleración experimentada a comienzos de la década de los 90, España inició una senda de fuerte auge y expansión, fundamentalmente por la internacionalización de la economía y la entrada en el euro. Así, la economía española mostró un crecimiento del PIB real en términos acumulados de un 34,5% durante los años 2000 y 2007, con una tasa media anual del 3,8%", explicó el especialista.
Mayor crisis económica
Pese al escenario de buen augurio, llegó el año 2008, donde estalló la mayor crisis económica y financiera de las últimas décadas. Los resultados de este evento, llevaron a las mayores caídas del PIB en la era democrática.
De 2008 a 2010 el PIB experimentó caídas de más del 3% interanual y, a pesar de una ligera mejora, entre 2010 y 2013 volvió a retroceder a ritmos del 2% interanual, lo que supuso un "recrudecimiento de la crisis".
Al hacer un balance respecto al PIB per cápita, éste se ha duplicado, en términos reales, desde 1975. "Este crecimiento ha posibilitado un proceso progresivo de convergencia con el resto de países europeos. No obstante, seguimos alejados en renta per cápita (en términos reales) de países como Francia o Alemania", argumentó Sevilla.
Este crecimiento del producto por habitante refleja la "fortaleza y dimensión" de una evolución que vino acompañada de un aumento de población del 29% desde 1976. En estos últimos 45 años ha aumentado tanto el número de hombres, como de mujeres y el desarrollo económico ha atraído a numerosos inmigrantes a nuestro país.
"Así, se pasó de acoger el retorno de emigrantes españoles con la llegada de la democracia a ser un país receptor de inmigración extranjera, principalmente entre 2000 y 2007, cuando el 90% del crecimiento de población (5 millones de personas) se explica por la entrada neta de inmigrantes", detalló el economista.