Así es la carrera para encontrar una vacuna universal que proteja contra cualquier coronavirus
- Varios institutos no ponen el foco sobre el ahora, sino sobre el futuro
- La clave está en adaptarse a las características comunes de los coronavirus
elEconomista.es
Tras casi dos años de pandemia, el mundo científico continúa su carrera para tratar de bloquear el SARS-CoV-2. El coronavirus más peligroso encontrado hasta ahora, y que ha dejado la friolera de casi 6 millones de fallecidos oficiales por covid-19 en todo el mundo. Por ello, la clave de proteger de la mejor forma al organismo humano, a través del desarrollo de vacunas, pero también en la necesidad de encontrar una cura de cara al futuro.
Que las vacunas que se vienen comercializando en todo el globo protegen contra el coronavirus es tan evidente como que éste tiene características que le permiten evolucionar hasta escaparse en cierta forma de estas inoculaciones. Así se pudo ver con la variante delta y ha quedado más que patente con ómicron... aunque gracias a las vacunas esta es mucho menos peligrosa que la cepa original.
Una base científica en encontrar la cura que está llevando a diversos laboratorios del mundo a trabajar en la creación de una vacuna universal. Es decir, un método mediante el cual se protegería al cuerpo humano contra el SARS-CoV-2, pero también contra otras cepas o coronavirus que estén por llegar.
Así son las tres investigaciones más avanzadas
Así se ha podido presenciar, por ejemplo, en el Instituto de Tecnología de California. Ya probada en ratones, esta vacuna está formada por diversas partes del virus y estimula la creación de anticuerpos contra toda célula similar a la covid-19.
Parecido sistema al probado por el Instituto del Ejército Walter Reed (Estados Unidos) donde la clave reside en una nanopartícula con 24 caras que es capaz de adaptarse a las características comunes de los coronavirus. Esta sí ha sido testada en humanos, aunque todavía está con muchas fases por delante por superar.
El común denominador de todos es crear una inoculación que se adapte a un talón de Aquiles de todos los coronavirus
Por último, desde la Universidad de Yale se trabaja en la creación de una vacuna que, al contrario que las restantes conocidas, se introduce al organismo a través de las vías nasales. La clave estaría en bloquear esta entrada al virus, creando células en la capacidad mucosa que perdurasen en el tiempo.
Todas en fase de desarrollo, lo que sí aparece como denominador común es el hecho de que estas vacunas deberían tener capacidad de reconocimiento de cualquier coronavirus y adaptarse a las características similares de todos ellos para saber interpretar una buena defensa. Mientras tanto, las inoculaciones de Pfizer, Moderna, Janssen... siguen con sus procesos tratando de crear mayores barreras a las mutaciones del SARS-CoV-2, con el fin de doblegar el brazo de un coronavirus que ha puesto en jaque al mundo... y obligado a la ciencia a andar tras su captura.