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Un misterio económico en Corea del Norte: su PIB se hunde, pero el valor de su moneda se está disparando
- El gobierno quiere acabar con el uso de divisas, creen los expertos
- La pandemia sería el momento para recuperar el control sobre la economía
elEconomista.es, Bloomberg
En un país normal, los tiempos difíciles para la economía suelen lastrar a las monedas. Pero Corea del Norte no es un país normal, ni siquiera en esa regla básica. En los últimos meses, el histórico cerrojazo económico que vive el país ha provocado un efecto inesperado y que desafía cualquier lógica: el won norcoreano está disparando su valor.
El país que domina el dictador Kim Jong Un se ha visto afectado por las sanciones más duras de su historia, ha sufrido daños masivos por inundaciones y se ha encerrado aún más en sí mismo por culpa de la pandemia, cortando de raíz la mayor parte del poco comercio que mantenía con su único aliado, China. El resultado es que su PIB ha sufrido su caída más pronunciada en más de dos décadas, mientras que su población sufre la mayor hambruna en lo que va de siglo. El resultado de esta serie de catástrofes es que su moneda, el won, se ha revalorizado un 25% contra el dólar en lo que va de año, tras ganar un 15% en 2020, según los datos de los dos medios independientes surcoreanos que informan de su tipo de cambio en el mercado negro.
Hay múltiples teorías sobre qué está sucediendo. Puede ser que la decisión de Kim de cerrar la frontera a cal y canto destruyó completamente la demanda de divisas extranjeras. O puede ser que aprobara una ley declarando su posesión un delito. Sea como fuere, la mayoría de los observadores están de acuerdo en que estos movimientos no indican nada bueno.
"Una moneda normalmente se deprecia cuando un país sufre problemas tan graves como estos, pero en Corea del Norte ocurre lo contrario", dijo Kim Byung-yeon, profesor de economía en la Universidad Nacional de Seúl. Es posible que el Norte esté tratando de impulsar el valor del won para reactivar su machacada economía, pero si sigue por ese camino, "podría terminar perjudicando aún más la economía real".
El tipo de cambio no oficial de Corea del Norte se forma en los "jangmadang" del país, mercados locales que han crecido hasta convertirse en una gran economía paralela al sistema regido estrictamente por el Gobierno. El precio de cambio oficial se ha mantenido estable en alrededor de 100 wones por dólar durante la última década, un nivel hinchado artificialmente por el Gobierno que nadie usa. La tasa no oficial es de alrededor de 5.200 wones por dólar.
Cambiar moneda de forma privada es ilegal en el país, por lo que los dos medios que siguen el cambio real, Asia Press International y Daily NK, con sede en Pekín y Seúl, respectivamente, utilizan redes humanas secretas dentro del país para recopilar sus datos, según Jiro Ishimaru, periodista de Asia Press International y Lee Sang Yong, editor en jefe del Daily NK.
Según estos datos, el tipo se mantuvo estable en alrededor de 8.000 wones por dólar desde principios de 2013, pero el won comenzó a ganar terreno el año pasado, alcanzando un promedio mensual de 4.723 en agosto, el más fuerte desde junio de 2012.
"A medida que las importaciones del Norte se desplomaron, la demanda de divisas extranjeras también cayó"
Muchos observadores dicen que la pandemia de coronavirus está detrás del aumento. EEUU impuso un embargo comercial y financiero completo en 2017 por los ensayos nucleares, además de las sanciones ya vigentes de las Naciones Unidas, pero el comercio de contrabando con China mantenía abastecido al país. Pero todo eso cambió cuando el dictador Kim ordenó cerrar del todo sus fronteras en 2020, según Lim Soo-Ho, investigador principal del Instituto para la Estrategia de Seguridad Nacional, un grupo de expertos financiado por el gobierno en Seúl.
"Las monedas extranjeras todavía estaban en demanda" hasta entonces, dijo Lim. "Pero a medida que las importaciones del Norte se desplomaron, la demanda de divisas extranjeras también cayó".
Las importaciones de China, el mayor socio comercial de Corea del Norte, se hundieron más de un 90% interanual en todos los meses desde agosto de 2020 hasta febrero de este año, y la cifra no ha dejado de caer, según la Asociación de Comercio Internacional de Corea, un grupo comercial en Seúl. Las imágenes de satélite muestran cómo los puentes y las carreteras por las que circulaba el comercio alegal entre Corea del Norte y China llevan vacíos desde el cierre de la frontera, según Ramón Pacheco Pardo, profesor de relaciones internacionales en el King's College de Londres.
La caída de las importaciones no es la única razón del aumento, según explica el profesor Kim. La fuerte subida del won lleva aparejado que las monedas extranjeras han dejado de ser un refugio para los ahorros de las familias norcoreanas, y eso sugiere que el Gobierno ha puesto en marcha algún tipo de represión gubernamental contra ellas, advirtió. "A pesar de que las importaciones cayeron, el won no se habría fortalecido tanto si el dólar siguiera teniendo una fuerte demanda en los mercados locales", dijo Kim.
Muchos establecimientos minoristas en la capital, Pyongyang, han dejado de aceptar dólares o tarjetas prepago con divisas como medio de pago de los pocos extranjeros que viven en el país y, en cambio, ahora les piden que paguen en won, dijo la embajada rusa en un mensaje de Facebook en octubre del año pasado. Y las autoridades financieras estaban ordenando a los residentes que revelaran sus ahorros en divisas y las depositaran en los bancos, según informó el medio independiente Daily NK en abril de este año.
La mayoría de los norcoreanos guardan sus dólares en casa y los utilizan para intercambiar bienes fuera de los mercados regulados por el Estado, según Kang Mijin, director ejecutivo de NK Investment Development, una empresa de servicios de datos que proporciona investigación e información sobre los mercados de Corea del Norte. Esta forma de ahorro se había disparado desde que, en 2009, el Gobierno decidiera de repente reducir en un 90% el valor de los wones que tenían los ciudadanos, arrasando de un plumazo la riqueza de las familias que no ahorraran en divisas.
"Es posible que el Norte haya aprovechado este período de aislamiento extremo" -frente al aislamiento 'normal' que vive el país- "como una oportunidad para restaurar su control sobre la población", cree el profesor Kim. "Y para que el gobierno mantenga su control sobre ese sistema, la clave sería volver al won", para lo que, más allá de las prohibiciones, necesita recuperar la confianza de los ciudadanos en él o, por lo menos, reducir la confianza en el resto de divisas.
Kang especula con que Corea del Norte podría estar tratando de proteger a su gente de las dificultades económicas fortaleciendo el won y, a su vez, causando deflación. También existe la teoría de que los oscuros corredores de divisas de Corea del Norte pueden estar acelerando las ganancias manipulando un mercado que, por definición, se mueve en un entorno ilegal. Cualquiera que sea la verdad, los analistas dicen que el aumento inusual del valor del won no terminará bien.
La caída en el comercio y el fortalecimiento de la moneda son el resultado de un sistema económico quebrado, dijo en un informe de enero el Instituto de Desarrollo de Corea, un grupo de expertos estatal surcoreano. En su opinión, Corea del Norte podría estar viviendo su peor crisis económica desde la década de 1990.
Más incertidumbre
Aunque es posible que la subida de la moneda pueda beneficiar a las empresas respaldadas por el Gobierno y a los hogares que no tienen dólares, la creciente volatilidad es negativa para el país en su conjunto. Para Choi Ji-young, investigador del Instituto de Unificación Nacional de Corea, la sacudida que este cambio está provocando en los mercados aumentará la incertidumbre y dificultará la asignación de recursos, escribió.
Para "los norcoreanos comunes y corrientes, es una señal de advertencia", opina Pardo. "Los norcoreanos más pobres, que son los que tienen menos acceso al won, podrían ver deteriorarse su nivel de vida en comparación con aquellos que pueden acceder más libremente a la moneda".
Choi Eunju, investigador del Instituto Sejong, un centro de investigación privado que cubre estudios de unificación y política exterior en Seongnam, una ciudad al sur de Seúl, no es tan pesimista. "El régimen de Kim ha prestado más atención a la opinión pública que cualquier otro gobierno", dijo Choi, y señaló que los comentarios oficiales desde que comenzó la pandemia sugieren que el gobierno está tratando de evitar que esto se convierta en un problema social. "Pero si la situación actual continúa durante un período prolongado de tiempo, las cosas podrían ponerse feas", advirtió.