La robótica ha llegado a los quirófanos. Pero no para sacar de ellos a los médicos especializados, sino para perfeccionar su técnica. Aunque de momento no interviene de forma autónoma en los pacientes, ya es capaz de asistir al cirujano de tal manera que elimina, por ejemplo, el posible temblor natural de las manos, le aporta mayor precisión en la intervención o reduce las horas de quirófano.
Este tipo de cirugía está tan implementada en España que actualmente hay 20 robots que intervienen en los distintos hospitales de la península. "A pesar de que España se incorporó más tarde que Francia a la cirugía robótica, está ya al mismo nivel técnico que el país vecino y sin nada que envidiar a los países más avanzados de nuestro entorno", afirma en este sentido el cirujano Denis Rey, natural de Burdeos y que siempre ha intervenido a los pacientes mediante robótica. Y la urología es la especialidad en la que más se ha desarrollado la cirugía robótica, ya que sus ventajas son numerosas en comparación con otro tipo de intervenciones.
Según datos ofrecidos por el Hospital San Rafael de Madrid, los casos realizados en España y Portugal han pasado de rondar los 1.500 a casi duplicarse el año pasado, cuando 2.673 personas fueron intervenidas con esta técnica. El 74% de los casos intervenidos con Da Vinci - el robot utlizado para esta técnica -han sido pacientes de urología, después los de cirugía general con un 17%, ginecología con un 6% y otorrinolaringología, cirugía cardio-torácica y cirugía pediátrica con un 1% cada una.
El doctor Eldiberto Fernández Fernández, jefe clínico del Hospital San Rafael de Madrid, detalla algunas de las ventajas es esta técnica. "La cirugía robótica a los pacientes les beneficia en cuanto a la temprana incorporación a una vida normal, la eliminación de grandes cicatrices, la reducción de sangrado y por consiguiente menor transfusión durante la intervención". Según la literatura científica, el paciente intervenido con da Vinci -así se llama el robot utilizado en esta técnica - retoma sus actividades normales con mayor rapidez y menores consecuencias vinculadas a la intervención quirúrgica a la que se ha sometido. En el caso de por ejemplo la cirugía aplicada ala urología, la continencia urinaria a los tres meses de ser intervenido aumenta hasta un 89% con da Vinci, mientras que con laparoscopia es de un 62% y con cirugía abierta un 54%.
Pero los beneficiados no son solo los enfermos. También ofrece "una mayor precisión del cirujano a la hora de intervenir, la eliminación del temblor natural de la mano y la visión en 3D nos permite ver perfectamente la zona en la que nos encontramos", afirma por su parte el Dr. Fernando González-Chamorro Ladrón de Guevara, parte del equipo de cirugía robótica del hospital San Rafael.
El doctor Fernández añade además que con el robot los especialistas pueden hacer intervenciones mucho más precisas, ya que ven mucho mejor y están operando casi dentro del paciente. "Antes estas intervenciones las teníamos que hacer mediante cirugía abierta, con grandes incisiones para poder acceder al órgano enfermo. Ahora a través de unos pequeños puertos podemos introducir los brazos robóticos y operar al paciente con la máxima seguridad".
Para el doctor Fernández Fernández, en el futuro se realizará prácticamente en todas las intervenciones en el interior del cuerpo con diferentes tipos de robots. Además afirma que cada vez se van ampliando más las indicaciones de la cirugía robótica "incluso para cirugías como la otorrinolaringología se empieza a utilizar para la extirpación de la tiroides sin necesidad de incisiones en el cuello".
Qué es y cómo funciona
El sistema da Vinci - que adquiere su nombre en memoria del primer robot creadopor Leonardo da Vinci - es una tecnología que ofrece al cirujano una mayor precisión al cirujano y está compuesto por una consola de diseño ergonómico que permite al cirujano tener una visión 3D. La camilla cuenta con cuatro brazos robóticos que reproducen exactamente los movimientos de la mano del cirujano y se equipan con un instrumental miniaturizado pero muy preciso.
Desde la consola, el cirujano manipula los brazos del Robot, uno de los brazos es la mano izquierda, otro la derecha, uno es la cámara y el otro es un brazo adicional que puede ser bloqueado por el médico para facilitar el paso hacia los órganos y acceder mejor por el cuerpo. Los brazos pueden girar sobre sí mismo y por ello cuenta con mayor ángulo de movimiento, a la vez que elimina el temblor.
El instrumental de pequeñas dimensiones facilita las intervenciones complejas ya que ofrece mayores garantías y se eliminan los efectos secundarios de la cirugía abierta tradicional y mejora, sustancialmente, la cirugía laparoscópica.
¿Y los pacientes?
Cada vez son más los pacientes que se animan con este tipo de intervenciones y es que "al principio hay que explicarles que aunque sea una intervención con el robot da Vinci, el robot no opera solo. Es decir, hay que explicarles que todas las acciones son realizadas por orden del cirujano y que son los movimientos de él los que reproduce el robot. Una vez que entienden esto se quedan más tranquilos", afirma Eldiberto Fernández.
"Agradezco a todo el personal, y en especial a los Doctores en Urología Fernando González Chamorro y Denis Rey, su excelencia profesional y humana en este tipo de cirugía. Mi gran sorpresa y satisfacción ha sido la eficiencia y resultado quirúrgico del robot da Vinci, que me ha permitido una recuperación sin molestias y una hospitalización inferior a 72 horas", asegura por su parte A.R. paciente intervenido con da Vinci por el Hospital San Rafael.
"Me dijeron que aquí había un equipo robótico, pero que no tuviera miedo, porque en realidad no era el equipo sino las personas las que deberían de contar", insiste. "Una persona que no había tenido contacto alguno con el centro y que haya una relación tan positiva en el aspecto social y profesional pues es algo que se valora muy positivamente".