La economía está moribunda en gran parte de Europa, eso no es ningún misterio. Y sin embargo, aún quedan algunos houses victims dispuestos a hipotecar su corazón a cualquier precio, incluso si este asciende a la granizada -que no friolera- de 300 millones de libras.
Una etiqueta que cuelga del tejado de la antigua mansión victoriana de Rafiq Hariri, el último Primer Ministro libanés, ubicada en el selecto barrio del Hyde Park, que con esa cantidad se ha coronado como la casa más cara de Gran Bretaña.
Si nos preguntaran si estamos interesados en comprarla, pensaríamos al instante que se trata de una broma fruto del peculiar humor inglés. Con su egregia fachada, su presencia augusta y la hilera de ceros que hay que escribir en el cheque, la mansión pasa de ser un paraíso terrenal a convertirse en un sueño inalcanzable para muchos. Sin embargo, en el Olimpo de los ricos, que toman a diario desayunos con diamantes, las cosas son muy distintas.
Esta mansión no es apta para todos los bolsillos, pero tampoco para los solteros, quienes sentirán que las paredes se les caen encima al vagar por el silencio y la soledad de sus dormitorios. Nació con el propósito de convertirse en cuatro casas separadas que finalmente se solaparon en una única estancia donde las paredes repiten tus palabras envolviéndote en un sonar de eco.
Cada ladrillo de sus paredes, cien por cien genética victoriana, vale su peso en peniques, y no es para menos. Con una superficie que roza las dimensiones de un campo de fútbol, sus cuarenta y cinco habitaciones, su cocina industrial, su piscina olímpica y varios ascensores repartidos en distintas alas para evitar que los visitantes se fatiguen subiendo escaleras, esta mansión, que no tiene nada que envidiarle al Palacio de Buckingham.
Es el sueño de todo gentleman que, si bien no conseguirá vivir como un rey, siempre podrá vivir a cuerpo de Ministro.
Sin embargo, esta mansión de sangre azul aún no ha debutado en el mercado inmobiliario. Su venta es una operación delicada que no puede dejarse en manos de cualquier candidato, sino de un vendedor cualificado, un estratega de la compraventa capaz de encontrar a los dueños perfectos y realizar una operación que beneficie a ambos.
De modo que, si eres de los que les gusta invitar a fiestas a sus más de 500 amigos de Tuenti o tienes una gran familia a la que acoger bajo tu techo, comienza a ahorrar cuanto antes.
