Quizás algunos asocien la palabra camping con viajar en precario o sin todas las comodidades de un hotel. Pues bien, van a comprobar cómo ha cambiado el sector del camping en los últimos años.
En Girona, en plena Costa Brava, por ejemplo, hay un camping que tiene 36 hectáreas de instalaciones, 300 empleados y una media de 6000 personas cada día en temporada alta. El 90% de sus clientes son extranjeros.
A parte del camping convencional, esta empresa ofrece la posibilidad de alquilar unos bungalows que cuestan 193 euros la noche. Tienen 40m2 y tienen capacidad para 6 personas. Los acabados son de lujo: hay lavavajillas, microondas, horno, cafetera, tetera, sin faltar ningún detalle. No es el típico bungalow que te sueles imaginar, sino que el diseño de los mismos parece la casa habitual propia de cualquier urbanización de lujo o de una villa de cualquier resort. Además, los clientes tienen una botella de cava de obsequio y un mini kit con productos de limpieza. Las viviendas disponen de camas de matrimonio, dos habitaciones y dos camas individuales. Además, los bungalows dan a un parque con columpios para que los niños jueguen tranquilamente mientras los padres pueden leer o dormir la siesta en el porche. Es el lugar perfecto para que toda la familia pueda disfrutar de las vacaciones.
Este camping te ofrece las mismas comodidades de un hotel de lujo, pero la libertad de no tener horarios. Desde la propia dirección del hotel comentan que ofrecen las mismas prestaciones que un resort de la Riviera Maya. Resulta extraño pensar que las mismas comodidades de un lujoso hotel del Caribe se puedan encontrar en un camping en plena Costa Brava... Pero sin duda, este lugar lo confirma.
