Cuando parecía que estaba todo inventado en el mundo de los alojamientos de lujo aparece Rusia y anuncia un proyecto realmente increíble. Se trata del primer hotel de lujo ubicado nada menos que en espacio. Para poder llevarlo a cabo, este impresionante hotel, que contará con lo que son seguramente las mejores vistas desde un alojamiento, se tendrá que anexionar a la Estación Espacial Internacional.
Obviamente, poder contemplar por primera vez el planeta tierra o la luna desde el espacio en una habitación de hotel, será algo que sólo unos pocos podrán hacer.
40 millones de dólares por una estancia de 2 semanas
Los primeros turistas vip espaciales deberán abonar 40 millones de dólares por un viaje de 2 semanas de duración. A cambio, se hospedarán en este hotel de 92 metros cúbicos y casi 16 metros de longitud. En ese espacio, el alojamiento ofrecerá a los huéspedes premium 4 habitaciones con ventanas directas al espacio.
El hotel será un alojamiento de alto lujo con multitud de servicios exclusivos, como gimnasio en la habitación para contrarrestar el desgaste de la no gravedad y wifi para presumir en directo de la estancia con los familiares y amigos en la tierra.
Además, el alojamiento dispondrá de enfermería y centro médico por si fuera necesario atender a algún turista.
Proyecto con una alta demanda
A pesar de que se trata solo de un proyecto, ya hay dueños de grandes fortunas interesados en la propuesta y deseando pagar lo que sea necesario para alojarse en este impresionante hotel en el espacio.
Por eso, la empresa encargada de la construcción y puesta en marcha del proyecto, ofrecerá también la posibilidad de pasar un mes entero en el hotel por un total de 60 millones de dólares.
El año 2028 es el elegido para comenzar la construcción de este alojamiento y se llevará a cabo durante unos 5 años.
La empresa se ve capaz de ofrecer viajes espaciales a aproximadamente 12 pasajeros al año, lo que sería suficiente para recuperar rápidamente el dinero invertido y generar los grandes ingresos que pretende obtener.
En definitiva, ¿para qué alojarse en un hotel de lujo con las mejores vistas a la montaña o el mar, si en breve se podrá contemplar el propio planeta desde el espacio y sentirse como un astronauta?
