
¿A quién no le gustaría transportarse en el tiempo? Todos tenemos curiosidad por saber qué será de nosotros en unos años, dónde estaremos, cuál será nuestro aspecto? Sin embargo, muchas empresas necesitan investigarlo por el bien de su negocio. Datos como el tipo de clientes, a qué se enfrentarán o cómo evolucionará todo son muy importantes a la hora de tomar decisiones. Por ello la compañía Amadeus, conocida por su sistema de reservas de viajes, ha colaborado con Fast Future para publicar un informe que revela cómo podrían ser los futuros hoteles de lujo.
Amadeus se encarga además de proveer soluciones tecnológicas para la industria hostelera, por lo que conocer cuáles serán las tendencias o las exigencias de los huéspedes son detalles trascendentales. Para obtener los resultados más aproximados a la realidad se llevó a cabo una exhaustiva investigación documental y entrevistas con los principales ejecutivos de las empresas hoteleras y de viajes.
Uno de los puntos fuertes que hay que tener en cuenta es la capacidad de reacción y la agilidad, los hoteles que sean capaces de cambiar rápidamente para satisfacer todas las necesidades de los clientes serán los que alcancen el éxito. La importancia de la palabra 'lujo' debe quedar bien grabada en cada detalle y por ello el trato será totalmente personalizado. La clave está en amoldarse a los requisitos y preferencias de cada usuario, ya sea en cuanto a la comida, tamaño de habitación, decoración, precios, etc.
Sin embargo, toda esa exclusividad también incluye a la tecnología con salas adaptables a los diferentes requisitos, entretenimiento individualizado, muebles inteligentes e incluso electrodomésticos con "control de pensamiento", es decir, que recuerden las preferencias personales de cada huésped. Asimismo, determinados servicios como las críticas a la satisfacción de los consumidores dependerán de robots muy desarrollados cuya función es ayudar a los hoteles a evolucionar de acuerdo a las exigencias cambiantes de los clientes.
Otro aspecto importante del informe es el modo de asegurar la exclusividad en los hoteles de lujo, para ello seguramente se optará por restringir el número de huéspedes, pudiendo solo alojarse los que sean invitados. Así ha ocurrido en algunos restaurantes o clubes privados de acceso limitado.
En una década la forma de viajar va a cambiar drásticamente y como consecuencia surgirán muchas nuevas opciones que aumentarán la competencia. Por ello los clientes esperarán en su destino un lugar que ha sido personalizado en torno a un conjunto de decisiones que se han tomado a la hora de efectuar la reserva. Un método que facilita enormemente la posibilidad de satisfacer a todos segmentos de clientes que se verán cada vez más diversificados.
No cabe duda de que los exclusivos hoteles que subordinen a los demás lo conseguirán gracias a su capacidad de desarrollar fuertes redes sociales para escuchar a los consumidores y la destreza para crear una buena estrategia capaz de innovar en todo momento.