
Tenerife ha sido el lugar elegido para disfrutar de Innato, el primer restaurante nudista de España que ha abierto sus puertas este mes de enero. Tony de Leonardis, su creador, ha concedido una entrevista a Evasión donde explica tanto el carácter naturista de su establecimiento como su lado más erótico.
La experiencia de comer desnudo en un lugar público se está poniendo de moda. La ciudad de Londres fue una de las pioneras en inaugurar un restaurante nudista, The Bunyadi, que llegó a sumar más de 33.000 personas deseando comer como Dios les trajo al mundo. En el caso de Innato, su página web lleva horas caída por el numeroso tráfico que está recibiendo.
Tony de Leonardis, un hostelero de origen italiano, cuenta a este medio que llegó a Canarias en el mes de septiembre del año pasado con la convicción de abrir el primer restaurante naturista de España. Y así lo hizo. En poco más de cuatro meses, Innato ha echado a andar y Tony, un enamorado de las islas que califica como "un paraíso", ya tiene claro que le encantaría jubilarse en ellas y con su restaurante.
El fundador de Innato deja claro que su restaurante no solo es un lugar donde comer desnudos -de hecho, se puede hacer en albornoz-. Se trata de un proyecto que busca "la vuelta a los orígenes del ser humano". Así, los comensales de Tony disfrutarán de una velada sin estrés, sin luz eléctrica y sin nada que recuerde a los agitados tiempos de hoy. En Innato "no hay ninguna de las comodidades de la edad moderna", sentencia Leonardis a Evasión, y por ello toda la vajilla es de barro, el mobiliario está hecho con elementos naturales y los camareros trabajan con uniformes de romano. Además, los móviles no están permitidos.
150 euros por pareja y con final feliz
Esta apuesta clara por el naturismo no escapa al recetario de este nuevo establecimiento. Leonardis hace hincapié en que toda la comida de Innato se elabora con "productos de Tenerife, biológicos y son preparados a fuego lento en una cocinada de leña". Los clientes de este restaurante pueden elegir entre tres menús de "alta cocina": uno de marisco y pescado, otro de carne y un último vegetariano. Tony también explica que espera instaurar pronto un menú vegano. Los precios van desde los 150 euros por pareja a los 75 por persona. Esta todo incluido y la mesa reservada se puede disfrutar durante toda la noche.
El lado más erótico de esta velada se sucede en el momento del postre. El denominado happy ending dessert (del inglés postre con final feliz) es un surtido de dulces afrodisíacos servidos junto a los cuerpos desnudos de un hombre y una mujer. Tony de Leonardis anima a ser partícipe de las veladas en su Innato y asegura que son perfectas "para cualquier tipo de persona que le guste el naturismo y un ambiente relajado".