
Pese a que los medios especializados insisten en la versión oficial de que Mario Vargas Llosa y su esposa, Patricia Llosa, llevaban tiempo separados, existe otra versión en la que la figura de Isabel Preysler irrumpió hace meses en la vida del escritor para revolucionarla.
El acto patrocinado por Porcelanosa en Londres en el mes de mayo, donde compartieron mesa y confidencias Isabel Preysler y Vargas Llosa, es tomado como punto de partida para la relación entre ambos, después de una supuesta separación del matrimonio del escritor.
Sin embargo, el diario ABC relata que fue en febrero cuando saltó la chispa entre ellos, una noche en la que la viuda de Miguel Boyer acudió al Teatro Español a ver actuar a Vargas Llosa en Los cuentos de la peste. Tras la función, pasó a los camerinos a saludarle, y la relación pudo haberse iniciado en ese punto.
En los meses siguientes, el autor de La fiesta del chivo mantuvo una intensa agenda siempre acompañado por su mujer, con la que llegó a celebrar su 50 aniversario de boda. Pese a las fotografías y señales de buena relación entre ellos, el escritor sostiene que llevaban tiempo separados.
La esposa y los hijos de Vargas Llosa están "destrozados" ante la sorpresa que les ha causado la situación.