
La Feria del Libro de Madrid siempre ha gozado de la presencia monárquica en su inauguración, pero no todos los miembros de la Casa Real suscitan la misma simpatía entre los libreros.
Según relata Pilar Eyre en su columna en el diario El Mundo este sábado, la inauguración de este año con la reina Sofía ha estado un poco descafeinada.
La reina emérita pasó muy rápido y apenas echó un vistazo a los libros. Una librera contó a la periodista que, en cambio, Letizia, suele pasarse extraoficialmente vestida de calle, y se lleva muchísimos libros que paga ella misma.
Doña Elena de Borbón es otra de las favoritas entre los libreros, ya que se interesa mucho por los libros, los hojea y charla con todo el mundo.
Pero el que se lleva la palma es el rey Juan Carlos I, muy campechano en este tipo de actos sociales. Aunque eso le cueste alguna metida de pata que la prensa ha silenciado. Así, la librera revela a Pilar Eyre confidencialmente que un año, el monarca se acercó a una de las casetas de una editorial de contenido homosexual y espontáneamente preguntó a los dependientes: "¿Aquí sólo publicáis libros de mariquitas?". Los presentes en la caseta se tomaron con poco humor la salida del Rey, pero la anécdota quedó silenciada y en secreto.