
El mundo quedó este viernes en estado de shock ante una fotografía de un vestido de Roman Originals que unos veían de color azul y negro; y otros, blanco y dorado.
¿Cómo era posible? La ciencia ha explicado esta curiosidad que se convertía en viral a nivel mundial y ha zanjado la controversia.
"Los colores no existen en realidad, son percepciones", explicaba al diario ABC Jordi Monés, el oftalmólogo y director del Instituto de la Mácula y la Retina.
Según este especialista, los colores no son absolutos, y dependen de cómo sea nuestro 'receptor' -es decir, la retina- y del aprendizaje del cerebro.
No sólo eso. Cómo veamos un color depende mucho del entorno, y los tonos claros ofrecen más matices a nuestro sistema visual.
En este punto entra el curioso caso de este vestido, sobre el que se aprecia claramente su color azul y negro visto en el catálogo on line original, pero que dio lugar a la polémica debido a una fotografía muy saturada de luz, que ofrecía un brillo capaz de confundir a muchas retinas.
El contexto y el fondo de la imagen influyen mucho en cómo se aprecian los colores. Además, las retinas también pueden sufrir alteraciones por la edad, enfermedades como el daltonismo y la composición del líquido interno.