Una visita gastronómica obligada es la región de Rioja Alavesa, donde el vínculo entre bodegas, gastronomía, arquitectura y arte está reinventando una de las comarcas más atractivas del panorama vitivinícola internacional. En sus apenas trescientos kilómetros cuadrados y quince municipios, ha consolidado a la Rioja Alavesa como destino inexcusable para el viajero que busca sabores, paisajes y sensaciones diferentes.
Nuestra primera parada es el centro temático Villa Lucía. Un museo que se encuentra en la antigua finca de recreo del fabulista Samaniego donde se dan a conocer la historia y los rituales del vino y ofrecen diferentes actividades enoturísticas y cursos de iniciación a la cata. Ha recibido, entre otros premios, el Best Of International de la Great Wine Ca- pitals 2011.
Situado a escasos 800 metros del casco medieval, se encuentra el Hotel Villa de Laguardia. Este establecimiento cuenta con dos restaurantes, el Bistró El Villa y el Medoc Alavés, uno de los establecimientos más exquisitos de la comarca.Recientemente el hotel ha ampliado sus instalaciones con su Wine Oil Spa, donde ofrece tratamientos basados en el vino y aceite de Rioja Alavesa. Un lugar único, concebido para relajarse.
No podemos dejar de visitar en Laguardia restaurantes como El Bodegón, y probar sus croquetas de espinacas y gambas, crujiente de alcachofa y las pochas con codorniz. Ni el restaurante El Collado, con sus salones decorados con antiguas cerámicas de estilo árabe y probar su biscuit de higos al vino tinto.
Laguardia, capital de la zona, es una pintoresca y pequeña población amurallada, de calles empedradas y angostas que sorprende al viajero que la visita. Su infraestructura hotelera, gastronómica y de servicios resulta casi inaudita para una villa de sólo 1.500 habitantes. Una visita obligada es al Pórtico de Santa María de los Reyes. Uno de los monumentos más emblemáticos con un pórtico excepcional que conserva en excelente estado su policromía. Y a unos pocos kilómetros, en Villabuena de Álava, nos dejamos sorprender por el Hotel Viura. Un establecimiento de lujo que dispone de unas espectaculares terrazas panorámicas con vistas a la Iglesia de San Andrés, construida entre 1538 y 1728 y en donde se puede degustar una fantástica terrina de foie de pato y membrillo, carrilleras de ternera guisadas al vino tinto de Villabuena y tarta fina de manzana con mermelada de violetas.
Nos acercamos a Páganos, en donde podemos visitar el Complejo Eguren Ugarte. Un atractivo 'resort' rodeado de viñedos con impresionantes vistas a la Sierra de Cantabria. Un singular complejo que permite disfrutar de todo tipo de sensaciones que obligan al visitante a recordar su experiencia enoturística, sin olvidar la aportación de conocimientos sobre el vino y todo lo que le rodea.
Un lugar de tradición y culto al vino
En la zona más bella de Rioja Alavesa se levanta la silueta sorprendente de las Bodegas Ysios. Concebido como templo consagrado al vino, se inauguró en 2001 y se convirtió en la 'bodega de autor' pionera en Rioja, construida por el arquitecto Santiago Calatrava, dando comienzo así a una corriente de construcción de bodegas vanguardistas que continúa hoy en día. Su nombre, Ysios, es un particular homenaje a Isis y Osiris, dos divinidades egipcias íntimamente ligadas con el mundo del vino.
Pero donde nace la historia del vino en la Rioja Alavesa es en Casa Primicia. Primera bodega donde hace cinco siglos se elaboró vino en cantidades importantes para la época. Bodegas Zaldívar es un edificio de origen medieval ubicado en Labastida, en la que se sigue elaborando el vino de forma tradicional. Las instalaciones se complementan con un comedor en el que se pueden degustar, bajo encargo, platos de cocina tradicional y un excelente vino.
Bodegas Valdelana situada en Elciego, está construida sobre seis calados subterráneos de piedra de sillería del siglo XVI y tiene una especial sala de catas con vistas a un viña situada a diez metros bajo tierra y uno de sus botelleros, el más antiguo, data del año 1400.