El presidente Donald Trump ha aprovechado la pausa veraniega de la Casa Blanca para realizar algunas reformas estéticas y de mantenimiento. John Botello, diseñador de interiores y especialista en preservación de la Oficina Ejecutiva del Presidente, ha declarado que la renovación se ha inspirado en la historia presidencial norteamericana.
Los principales cambios estéticos se han basado en la instalación de una nueva alfombra que toma como inspiración el estilo arquitectónico de la Casa Blanca, en el cambio de las cortinas por unas que son un homenaje al presidente Franklin D. Roosevelt, y por la colocación de una serie de estatuas de águilas doradas, un claro símbolo patriótico. También se ha cambiado el papel pintado de la Despacho Oval.
Otros de los cambios realizados son obras de mantenimiento, como las actualizaciones del sistema de calefacción y de refrigeración de más de dos décadas de antigüedad. También se ha iluminado mejor el denominado Jardín de las Rosas y se han creado nuevos pasos que dan acceso al pórtico del sur de la Casa Blanca.
Mar-a-Lago, la otra Casa Blanca
Poco le tuvieron que molestar las reformas en el ala oeste de la Casa Blanca, porque Donald Trump -desde que fuera elegido presidente de los EEUU- ha elegido su segunda mansión, Mar-a-Lago, para pasas su tiempo e incluso recibir visitas presidenciales.
Ubicada en Florida, esta rimbombante mansión es una adaptación del estilo hispano-morisco de la pequeña localidad de Palm Beach. Valorada en unos 100 millones de dólares, refleja el ostentoso gusto de Trump con salas llenas de mármol, piedra italiana, azulejos españoles, tapices flamencos, enormes candelabros colgantes, alfombras orientales y frescos europeos. Lea aquí más sobre Mar-a-Lago.