
La vida de Duane Jackson tiene todos los alicientes para convertirse en un guión de película. Este joven británico se convirtió en un exitoso empresario después de ser traficante de estupefacientes y pasar varios años en prisión por ello. Y todo gracias a su software de contabilidad para pequeñas empresas KashFlow.
Como muchas historias de superación, la de Jackson comienza en el seno de una familia desestructurada. A los 11 años, el joven fue separado de su madre y enviado a un centro de menores donde tomaría contacto por primeravez con el mundo de los ordenadores. Allí el joven se obsesionó con un ZX Spectrum y comenzó a estudiar a fondo sus manuales.
Sin embargo, tras su salida del correccional a los 16 años, Duane tomó el camino equivocado. Rodeado de malas influencias y viviendo en un barrio con elevados índices de delincuencia, el joven terminó como traficante de drogas entre Gran Bretaña y Estados Unidos.
Así, Duane en 1999 y con apenas 20 años era capturado en el aeropuerto Atlanta (EEUU) con un alijo de 6.500 pastillas de éxtasis en el interior de un walkman. A pesar de que en ese momento Jackson pensó que pasaría 12 años en la cárcel, solo fue condenado a cinco, de los cuales cumplió dos por buena conducta.
Durante su privación de la libertad en la prisión británica de la isla de Wight este muchacho retomó su gran afición y comenzó a estudiar informática. Pronto, destacaba en clase e incluso ayudaba al profesor del curso.
Tras la liberación en diciembre de 2002, el expresidiario se benefició de las subvenciones financieras dedicadas a personas jóvenes desfavorecidas del programa de ayuda The Prince's Trust del Príncipe de Gales. Con está ayuda, Duane Jackson comenzó su propio negocio de informática donde se percató de sus problemas para organizar sus finanzas. De esta forma, en 2005, nacía el software de contabilidad para pequeñas empresas KashFlow.
Convertido en un empresario de éxito, incluso ayudado por personalidades como Lord Young - asesor financiero de Dave Cameron-, Duane Jackson vendía su compañía en 2013 a IRIS por una cifra que The Guardian estimó en 30 millones de dólares.
Ahora, este joven traficante de estupefacientes y exconvicto ha creado un nuevo software y el año pasado publicó incluso un libro -Four Thousand Days: My Journey From Prison To Business Success (Cuatro mil días: mi viaje de la prisión al éxito empresarial) - donde relata su apasionante historia.