En un pequeño lugar del planeta, en el sudoeste asiático, al norte de la isla de Bromeo hay un señor, un hombre, un sultán que rige el quinto país más rico del mundo. Muda Hassanal Bolkiah es el sultán y Brunei es su país.

Excolonia británica, este pequeño país se convirtió en una mina de oro en los años 70 gracias a la explotación de sus reservas de gas natural y petróleo.

Pronto, Brunei con apenas cuatrocientos mil habitantes, se dio a conocer como 'Estado de Bienestar' dado que su gobierno ofrece a sus súbditos salud gratuita, un excelente servicio de pensiones y préstamos a bajo interés para comprar casas.

Además, el sultán no solo es generoso con sus compatriotas, también lo es con sus empleados. Hassanal Bolkiah, por ejemplo, pagó 1.6 millones de dólares a un instructor de bádminton y la misma cantidad a sus masajistas y expertos en acupuntura. Sin embargo, con quien verdaderamente es generoso este sultán es consigo mismo y con su familia.

El Sultán vive en un palacio con bóvedas de oro, con más de 1,700 habitaciones y con una sala de banquetes con una capacidad para 5,000 personas.

Además, se cree que Hassanal Bolkiah posee en su garaje de más de 5,000 deportivos de lujo, hasta seis jets privados, un helicóptero y un Boeing.

Respecto a su familia, el sultán celebró opulentas bodas para los casamientos de su hijo, el príncipe Abdul Malik, y su hija, la princesa Hafizah Bolkiah.