
¿Cómo puede venderse una patata por un millón de dólares? Pues en el momento en que esa patata es retratada por el fotógrafo irlandés Kevin Abosch.
Bajo el título "Potato # 345", este famoso retratista ha conseguido vender la foto de una patata cualquiera por una cifra astronómica. El comprador de la misma no ha trascendido, pero se intuye que en la compra pesó más el nombre del autor que el tubérculo retratado.
El arte tiene sus propias normas y los gustos artísticos son de cada uno. Muchos verán la patata más bella del mundo, otros verán una patata que se parece un meteorito y otros podrán imaginarse la cara oculta de la luna. También, habrá quienes vean la ejemplificación de lo absurdo.
Sin embargo, el precio final obtenido por la misma responde al importante caché que tiene Kevin Abosch. El fotógrafo es un afamado artista dedicado a fotografiar a los empresarios de la tecnología más importantes de Silicon Valley.
Zach Sims, cofundador y CEO de Codecademy
Según informa Business Insider, Abosch posee unos honorarios por sesión fotográfica que pueden ascender hasta los 500.000 dólares. Ser retratado por el objetivo de Kevin, con su icónico telón negro de fondo, posiciona al fotografiado dentro de la créeme de la de la élite de los negocios y el entretenimiento.
Sobre este trabajo, Kevin ha declarado haber fotografiado a muchas patatas y que el retrato vendido era el de la patata que a él más le gustó. Además, Abosh también confesó gustarle muchos las patatas debido a que "al igual que las personas son todas diferentes pero inmediatamente identificables como esencia de la misma especie", según recoge el portal Luxury Launches.
La esencia de la patata es lo que trasciende de esta fotografía. Los expertos apuntan a que la calidad de los retratos de este artista, y por tanto su precio, radica en la virtud de Abosh por conseguir plasmar la esencia del ser fotografiado.
Sobre un fondo negro, con una iluminación muy sencilla, con el modelo mirando a cámara y en pocos segundos Abosh asegura retratarte.