El intercambio de viviendas vuelve al crecimiento en verano: registra 190.400 pernoctaciones
- Marca un incremento del 4% frente a julio y agosto del año pasado
- A día de hoy, hay planificadas 36.100 pernoctaciones hasta final de año
Mónica G. Moreno
El intercambio de viviendas se ha convertido en una opción más para viajar. Esta alternativa al modelo turístico tradicional se recupera paso a paso del impacto de la pandemia. Prueba de ello son las pernoctaciones realizadas en verano. Según los datos de HomeExchange, entre los meses de julio y agosto (a los que se refieren como temporada de verano) se han realizado un total de 190.400 pernoctaciones, esto supone un incremento del 4% respecto al mismo periodo del año pasado (182.518 pernoctaciones).
Sin embargo, la cifra registrada en los últimos dos meses está un 19% por debajo frente a las 235.397 pernoctaciones que se produjeron en julio y agosto de 2019, un año récord para la firma. "La tendencia fue creciente hasta 2019, en 2020 la situación hizo que el número de pernoctaciones disminuyera, y ahora la tendencia vuelve a ser de crecimiento", señala Pilar Manrique, responsable de HomeExchange en España.
Los intercambios nacionales continúan siendo mayoritarios, una tendencia similar a la del año pasado. De hecho, según los datos de HomeExchange, un 65% de los viajes que se han producido han sido dentro de España. Sin embargo, aunque todavía las pernoctaciones dentro del territorio nacional siguen teniendo un gran peso, el porcentaje ha disminuido en 7 puntos respecto a 2020. Para Manrique esto indica que "aunque sigue habiendo una tendencia mayoritaria de viajes domésticos, los viajes internacionales, en concreto en Europa, están resurgiendo. De hecho, han subido 4 puntos si lo comparamos con 2020. Se ve que, poco a poco, vamos volviendo a ganar esa confianza y a viajar más de manera internacional".
Cataluña, Andalucía y País Vasco en el podio de pernoctaciones
Cataluña se ha situado como la región favorita donde viajar este verano al registrar 51.600 pernoctaciones, según los datos extraídos de la plataforma. Andalucía y País Vasco ocupan los otros escalones del podio con 27.900 y 25.300 pernoctaciones, respectivamente. Les siguen la Comunidad Valenciana con 23.500 pernoctaciones y Baleares con 10.900 pernoctaciones.
De última hora
La evolución de la pandemia y las restricciones sanitarias provocaron el auge de las reservas de última hora. Así, a principios de año la compañía creó un filtro de última hora en su plataforma que agrupa las casas con disponibilidad en los próximos 15 días, con el fin de permitir a sus miembros organizar un intercambio en el último momento. Esta opción ha estado presente durante todo el año y que continúa estando en la web. "Hay una gran parte de los miembros que siguen esperando hasta última hora para planificar el viaje", apunta Manrique
De hecho, la responsable de HomeExchange en España indica que con esta tendencia "resulta complicado establecer previsiones de aquí a final de año". Aun así, y pese a que los datos cambian constantemente a medida que pasan los meses, la plataforma ya tiene planificadas, a día de hoy, 36.100 pernoctaciones de aquí a final de año.
A pesar de estar sujetos a la última hora, el crecimiento de las pernoctaciones en verano y la tendencia que muestran hacen que desde la firma se muestren optimistas de cara a los próximos meses: "Parece que la situación sanitaria se va normalizando y la tendencia en este año ha ido al alza", por lo que su objetivo a medio/largo plazo es alcanzar los niveles que se dieron en 2019, aunque hay que contar con las distintas variables.
Intercambio seguro
Pese al entorno desfavorable que continúa mostrando la pandemia sanitaria, las características del intercambio de viviendas influyen de manera positiva para que esta forma de viajar siga ganando adeptos. La seguridad es una de ellas. En este sentido, Manrique señala que "los miembros han considerado que es una forma segura de viajar. Lo que se intercambian son casas reales que no están destinadas a la explotación turística, con lo cual no hay que compartir zonas comunes". Además, "la rotación de invitados que se produce es más pequeña que en un alojamiento turístico tradicional", añade.
Otro de los aspectos que apoya esta seguridad es la comunicación directa entre los usuarios que intercambian sus viviendas. Esta relación hace que el visitante conozca la situación sanitaria que existe en el lugar del destino, cuáles son las medidas a tomar o los lugares a visitar, "lo que inspira mucha confianza. Esa seguridad sanitaria que necesitábamos todos a la hora de viajar", apunta Manrique.
El aspecto económico también tiene una gran relevancia en el auge de este modo de viajar. Un intercambio de casas se produce sin ningún tipo de transacción económica entre los usuarios. HomeExhange cobra a sus miembros una cuota anual de 130 euros y las familias pueden realizar todos los intercambios que deseen y de la duración que quieran. "El ahorro que supone en el alojamiento ha hecho que sea otro de los componentes más importantes en esta pandemia", concluye la responsable de HomeExchange en España.