Vivienda - Inmobiliario
Instantánea de la compra de vivienda: se piden más hipotecas, mayores préstamos y más ayuda familiar
- Aumenta la necesidad de apoyo extra y baja quienes no necesitan préstamos
- El muro de la entrada y los gastos iniciales requirieren más financiación aún
- La bajada de tipos explica parte del aumento de la compra con préstamos
María Medinilla
La caída del euríbor está contribuyendo al impulso de las firmas de hipotecas entre los compradores que sí han logrado acceder al mercado inmobiliario, sin embargo, los datos confirman que acceder a una vivienda se hace cada vez más cuesta arriba. El sector apunta a que el porcentaje de particulares activos en el mercado de compra de vivienda en 2025 se está contrayendo en los últimos dos años, y, en plena tendencia negativa, los compradores efectivos -los que sí han comprado en los últimos 12 meses- recurren a más préstamos bancarios que en 2024.
El porcentaje de particulares activos en el mercado de compra de vivienda en 2025 se ha contraído un 1%, hasta el 13%, respecto a 2024, y los compradores se mantienen en el 3% de 2024 -tras descender un 1% aquel ejercicio- pero solicitan más hipotecas, según se desprende del informe 'Perfil del hipotecado español' de Fotocasa Research para 2025. Mientras en 2024, un 66% de compradores de vivienda lo hicieron mediante hipoteca, en el último año se ha incrementado hasta el 69%, del que un 55% no necesitó más financiación que la bancaria (un 1% más que en 2024) mientras que otro 14% necesitó, además del préstamo hipotecario, la ayuda familiar para efectuar la compra (un 2% más que el año anterior). Es decir, aumentan quienes no necesitan ayudas extras pero lo hacen más quienes requieren de una red de apoyo más allá de la hipoteca.
La fluctuación repercute también entre quienes no tuvieron la necesidad de recurrir a una hipoteca para poder comprar, que ha descendido desde el 35% de 2024 al 31% en 2025. De ese 31%, un 16% culminó la compra mediante sus propios ahorros (frente al 17% de un año atrás); el 8% se apoyó en familiares (frente al 10% de 2024); y el otro 7% compró tras vender la antigua vivienda (sin variaciones interanuales en este caso).
La bajada de los tipos de interés tienen una influencia directa en esta evolución. El retroceso de cuatro puntos porcentuales entre quienes compraron sin hipoteca es atribuible al descenso de los tipos de interés y el euríbor, señala el estudio: "El aumento de la cifra de hipotecados no tiene que significar necesariamente que se han reducido las reservas monetarias de los particulares que compran vivienda, sino que el descenso del euríbor hace ahora mucho más atractivo que hace uno o dos años la contratación de un crédito", matiza.
La instantánea la completa el auge de los compradores que solicitan financiar con la hipoteca la adquisición por más de tres cuartas partes del valor de la vivienda, que pasan del 39% de febrero de 2024 al 45% doce meses después. En cuanto al plazo, los créditos predominantes son los que se contratan a entre 25 y 30 años (el 40% del total, cinco puntos más que en 2024) pero el informe señala como "relevante" que mantienen la pujanza las que se contratan entre 30 y 35 años, que siguen siendo el 13%, tras la fuerte subida producida en 2024, así como el aumento de las suscritas entre 35 y 40 año, que avanzan del 3% al 4%), y a más de 40 años (del 0% al 2%).
La capacidad de ahorro no llega para la entrada
El mayor problema para acceder a la compra de vivienda es la entrada inicial (normalmente el 20% del valor aunque en ciertos casos algunos bancos financian hasta el 100% de la compra) y el pago de gastos notariales e impuestos, que varían en función de las comunidades autónomas. Según el informe, afrontar estos desembolsos exigió financiación al 57% de los compradores con hipoteca (dos puntos más que el año anterior y cinco por encima de 2023). De ellos, el 43% tuvo suficiente con un crédito bancario pero hubo un 15% que tuvo que tirar de ayuda económica familiar.
La vía más habitual entre el 43% que evitó el banco para afrontar esos gastos iniciales es que tenían suficientes ahorros (29%, frente al 30% de 2024); el resto se divide entre quienes pidieron ayuda a sus familias (10%) o lo pudieron solventar con la venta de una antigua vivienda (4%).
Pese a que el atractivo de las hipotecas pueda explicar parte del auge de las firmas, lo cierto es que la capacidad de ahorro de los hipotecados para asumir los pagos iniciales sigue mostrando una tendencia negativa. Mientras en 2023 subió hasta el 49% el porcentaje de los que no necesitaron buscar financiación para pagar estos gastos iniciales, en 2024 esta cifra bajó hasta el 45%, para seguir retrayéndose hasta el 43% de febrero de 2025. Sin embargo, pese a esta contracción de los últimos años, la cifra aún es sensiblemente superior al 38% de 2022.