Vivienda - Inmobiliario

La odisea inmobiliaria de los londinenses: muchos ya viven en escuelas o iglesias para evitar los altos precios

  • En Londres el alquiler no para de subir durante los últimos 13 meses
  • El alquiler promedio en la capital inglesa es de unos 3.211 euros
  • Live-in Guardians proporciona lugares más peculiares para vivir
Foto: Alamy

elEconomista.es
Madrid,

Tener una casa de alquiler en Londres es prácticamente un imposible. Una odisea. Los últimos datos de la inmobiliaria Rightmove señalan a la capital inglesa como una de las ciudades donde el precio de los alquileres más se ha disparado en los últimos años. En concreto, un alquiler promedio es de unos 3.211 euros, una cantidad que alcanza un récord de 13 meses consecutivos aumentando.

Para intentar solucionar este embrollo, los ciudadanos que viven en la capital inglesa están optando por otros estilos de vida más económicos, optando por soluciones de vivienda más inusuales, como por ejemplo vivir escuelas, bibliotecas, oficinas, pabellones o alguna catedral abandonada.

Esto es algo cada vez más común en Londres, una ciudad que ofrece una solución para proteger lugares vacíos mediante la empresa Live-in Guardians, la cual se dedica a encontrar ocupantes para propiedades desocupadas, con el objetivo principal de proteger y salvaguardar el espacio.

De esta forma, al tener la propiedad ocupada las 24 horas del día, los propietarios pueden estar seguros de que su propiedad está segura y protegida y pueden evitar la creciente amenaza de la ocupación ilegal. Estas personas también ofrecerán servicios básicos e informar sobre cualquier problema de mantenimiento, ayudando a mantener la propiedad en buenas condiciones.

Lo que no están obligados a hacer es proporcionar seguridad ni jugarse el tipo ante cualquier situación de peligro, ni se espera que se pongan en peligro a sí mismos al proteger la propiedad. La compañía es la que proporciona números de emergencia las 24 horas del día en caso de amenaza o riesgo para la propiedad.

Los residentes, denominados guardianes de la propiedad, son seleccionados por la empresa y pagan una "cuota de licencia" mensual de manera fija, aparte de los 90 euros a la semana que pide la compañía, una cantidad que en realidad suele ser mucho menos que lo que cuesta un alquiler en esa misma zona. Aunque los guardianes viven en lugares espaciosos y privilegiados, parece que no todo es de color de rosa, ya que muchos se quejan de los inconvenientes y los peligros evidentes, como la falta de acceso a agua potable y los techos agrietados.

"Todo esto ha sido provocado por la crisis del coste de la vida", reveló un inquilino que vive actualmente en una catedral, según declaraciones recogidas por la CNN. "La gente está buscando formas más baratas de vivir", recalca.

Demanda cada vez mayor

Ante la imposibilidad de hacerse con un alquiler en Londres, las solicitudes para convertirse en tutores están aumentando, con perfiles de personas de entre 30 y 40 años, según advirtió el director general de Live-in Guardians, Arthur Duke.

Actualmente, existen más de 13.500 personas viviendo como guardianes. En 2024, unas 50.000 personas solicitaron convertirse en tutores a través de este tipo de empresas, un aumento de más de dos tercios en comparación con 2022, la última vez que la PGPA (que representa a tres grandes proveedores de tutela) encuestó a sus miembros.

Esta peculiar forma de dar carpetazo al estilo de alquiler convencional no es nueva. Surgió en los años 80 en los Países Bajos y es una práctica que atrae a profesionales como artistas, músicos u otros creadores que buscan el suficiente espacio para realizar su trabajo.