Nueva ola de inversores mexicanos en Madrid: se lanzan a por el 'ladrillo' y entran en deuda

Vivienda de lujo, hoteles, oficinas y ahora también deuda. Los inversores mexicanos están protagonizando una nueva ola de operaciones inmobiliarias en Madrid y pese a que hace unos años empezaron apostando por la vivienda de lujo muy enfocada en barrios premium de la capital, cada vez más están abriendo el abanico.

Así, no solo están comprando activos hoteleros, pequeñas oficinas y proyectos residenciales fuera de la almendra central de la ciudad, si no que también están entrando en el inmobiliario madrileño a través de operaciones de deuda. Los expertos consultados por elEconomista.es aseguran que el apetito de las grandes fortunas mexicanas por el ladrillo español, y más concretamente, el madrileño, es "muy elevado y creciente".

"Cada vez son más los millonarios procedentes de México que se alían entre ellos para sumar fuerzas y arrancar proyectos inmobiliarios en la capital, principalmente, y también en otros destinos de costa en zonas concretas muy exclusivas", detallan.

Asimismo, están entrando en operaciones de financiación alternativa aportando el capital para proyectos, principalmente, del segmento living, que abarca muchas tipologías relacionadas con el sector residencial, como coliving, residencias de estudiantes, desarrollos de lujo, senior living o alquiler de temporada, entre otros.

Concretamente, desde el año 2020 y hasta el pasado verano, los mexicanos invirtieron en España más de 700 millones de euros en el sector inmobiliario y de la construcción, según los datos de Gobierno de España sobre inversión extranjera directa. Y es que la fuga de capital de los principales países latinoamericanos se está dejando notar en el sector madrileño, ya que la capital española se ha posicionado como uno de los destinos principales para el dinero mexicano, por detrás de Miami, que sigue siendo el foco favorito por estos inversores. De hecho, son muchos ya los que se refieren a Madrid como: "el nuevo Miami español".

Resistencia de la vivienda de lujo

La apuesta de estos inversores por la vivienda de lujo no es casual y es que este tipo de propiedades se muestra muy resistente a las distintas crisis y al propio ciclo natural del sector inmobiliario. Solo el año pasado el precio de las viviendas del mercado premium de Madrid subieron de media un 6% y para este ejercicio se espera otro repunte del 5%, según las estimaciones de la consultora Knight Frank, que además identifica otras ciudades españolas como Ibiza, Marbella y Mallorca, entre las 20 mejores ciudades del mundo para invertir en este segmento.

La gran demanda de vivienda que existe en Madrid, sumada a una oferta de nuevos proyectos de lujo insuficiente, es la causante de que los precios se mantengan al alza. De hecho, esta es la tendencia que se espera para los próximos años, ya que la misma consultora estima que el número de millonarios crecerá en Madrid un 30% hasta el año 2027, frente a las cifras de 2022.Últimas transacciones

En lo que llevamos del año Madrid ya ha presenciado importantes operaciones inmobiliarias por parte de empresarios mexicanos como es el caso de Besant Capital, compañía tras que que se encuentra el directivo mexicano Jerónimo Bremer, que con su anterior firma RHL adquirió el Villa Magna por alrededor de 210 millones.

Besant Capital, junto con sus socios sus socios Blasson y Latam Capital Advisor, han comprado por alrededor de 100 millones de euros el número 44 de la calle Alcalá, hasta ahora propiedad de Zurich, con la intención de abrir un nuevo hotel súper exclusivo.

Por otro lado, Factum Investment, cerró hace unos meses la compra de General Pardiñas 35, para transformar el inmueble en 12 pisos de lujo. Esta es su segunda operación inmobiliaria en Madrid, ya que se hicieron también con el número 96 de la calle Santa Engracia, en pleno barrio de Chamberí, para lanzar el proyecto Boho 96, con 16 viviendas de lujo. Asimismo, también se ha hecho público que los nuevos propietarios del palacete que ocupó la librería La Central, en la calle Postigo de San Martín 8, a escasos metros de la plaza de Callao en Madrid, son mexicanos.