Vivienda - Inmobiliario
¿Es el momento de los 'iBuyers' en la inversión inmobiliaria?
- En agosto se registraron 57.327 operaciones de compraventa de viviendas
- Su actividad es comprar, reformar y vender un inmueble en tiempo exprés
Diego Bestard
La vivienda en propiedad forma parte de la cultura española. Incluso, podríamos decir que es una alternativa de inversión que está en nuestro ADN. Y es que, aunque el alquiler ha ido ganando peso en los últimos años acercándonos a nuestros vecinos europeos, seguimos priorizando la compra a la hora de elegir nuestro hogar. Una señal de ello son las 57.327 operaciones de compraventa de viviendas que se registraron en el mes de agosto, la mayor cifra desde 2007, acumulando 18 meses consecutivos al alza.
En este cómputo los inmuebles de segunda mano representan en torno al 80% de las transacciones y demuestran que siguen siendo uno de los segmentos más dinámicos del mercado inmobiliario.
Pero la subida de los tipos de interés en un marco inflacionista y un futuro económico incierto podría interferir en ese dinamismo. Entre otros aspectos, este contexto puede tener como consecuencia que los compradores se muestren más conservadores en su predisposición a la compra y que las ventas, que hace meses eran relativamente ágiles, ahora exijan plazos más largos.
En efecto, hasta la fecha, el tiempo medio para la venta de una vivienda se situaba en torno a los 5 meses, según Alfa Inmobiliaria. Un periodo que lógicamente varía si se trata de una gran ciudad como Madrid o Barcelona, con mayor tensión en residencial, o de una zona más aislada y con menor densidad de población.
Potencial de los 'iBuyers'
La urgencia en la venta o la posibilidad de que este proceso se prolongue más de lo esperado puede constituir una oportunidad para los conocidos iBuyers, cuyo modelo está precisamente orientado a dotar de mayor fluidez a estas operaciones.
Un iBuyer es una compañía cuya actividad se centra básicamente en la compra, reforma y venta de un inmueble en tiempo exprés. El trasfondo de esta fórmula no es una novedad, dado que ha sido una práctica habitual en el mercado inmobiliario desde hace años. Pero el modelo, sustentado en las oportunidades que ofrece la tecnología y la economía de escala, sí supone un planteamiento disruptivo que responde a unas necesidades específicas del real estate actual.
Rapidez, con ofertas de compra en 24 horas; comodidad, al liberar al vendedor de toda la burocracia que requiere la transacción, y certeza, pues el comprador cuenta con financiación previa, son las promesas de la mayoría de estas proptech. Como es lógico, también tienen su letra pequeña y es que todas estas facilidades tienen un precio que, en su caso, suele estar por debajo del mercado.
En España, el ecosistema de iBuyers está formado por empresas relativamente jóvenes que operan desde hace cinco o seis años. La española Clikalia es uno de los ejemplos más destacados. Protagonizó la mayor ronda de financiación que ha logrado una startup española al captar 460 millones de euros. Con 1.000 operaciones completadas en 2021, su objetivo es situarse en los primeros puestos de la promoción inmobiliaria.
En otros casos, los iBuyer han llegado a nuestro país con experiencia previa en otros mercados. Casavo es una de las referencias. Tras levantar 400 millones de euros hace unos meses, está presente también en Italia, Portugal y Francia, y suma 2.000 operaciones a nivel europeo. En la misma línea, la integración de la española Lucas en la finlandesa Kodit.io el año pasado supuso otro hito y añade un millar de transacciones. La misma cifra que aporta la también española Tiko, una de las que cuenta con mayor capilaridad geográfica a nivel nacional.
Inversión en 'ladrillo'
Lo cierto es que, con o sin incertidumbre económica, existe consenso entre los inversores sobre el potencial de este tipo de plataformas. Un potencial que en España se apuntala en esa querencia que tenemos hacia la inversión en ladrillo como un valor seguro frente a los vaivenes de los mercados.
Y desde esa misma posición parte el crowdfunding aplicado al real estate. Un modelo que une el capital de muchos inversores minoristas para financiar proyectos inmobiliarios. A partir de pequeñas cantidades, el ahorrador decide cuánto y dónde invertir y se convierte en propietario de una parte de un inmueble que, de otra forma, sería inaccesible para él.
La posibilidad de diversificar las inversiones reduce la exposición y permite que cualquier persona pueda acceder a rentabilidades más interesantes que las que puede proporcionar la compra unitaria de un piso o una plaza de garaje. Un formato que en un escenario inestable como el actual permite modular el riesgo sin renunciar a atractivos beneficios. Así lo han visto los muchos inversores que han apostado por los proyectos de financiación que hemos lanzado desde Urbanitae. Solo en los dos últimos meses las inversiones han superado los 7 millones de euros. ¿Todavía crees que la inversión inmobiliaria no es para ti?