Vivienda - Inmobiliario
Cómo recorrer el mundo a través de las viviendas de lujo
- El intercambio de viviendas se ha convertido en otra opción para viajar
- Los propietarios de estas casas pueden ahorran una gran suma de dinero
Mónica G. Moreno
Ubicaciones privilegiadas, diseño exclusivo, elementos de confort, materiales de alta gama... Son numerosas las virtudes que las viviendas de lujo ofrecen a sus propietarios. Y es posible sumar alguna más, ya que las casas de alto standing pueden convertirse en un billete para recorrer el mundo. A través del intercambio de viviendas, el propietario puede disfrutar de vacaciones por todo el globo y hospedarse en enclaves exclusivos como si fuesen su propio hogar, ahorrando, además, una gran suma de dinero. Así, se han creado selectos clubs para satisfacer esta nueva forma de viajar.
"Existe la necesidad de viajar de forma más tranquila, responsable, para descansar y sentirse como en casa. El sector de lujo también tiene esta necesidad y se ha sumado a esta tendencia", explica Pilar Manrique, portavoz de HomeExchange en España. Así surge HomeExchange Collection, una comunidad exclusiva creada para que viajeros con ideas afines puedan conocer, compartir e intercambiar sus casas de alto nivel, enfocada tanto en primeras como segundas residencias. "Los propietarios de casas de lujo en nuestra plataforma acababan teniendo unos ratios de respuesta muy bajos, porque al tener ese tipo de viviendas recibían muchas propuestas de intercambio y no todas cubrían sus expectativas", señala Manrique.
Y es que no todo vale. Que la vivienda sea aceptada o no en HomeExchange Collection, después de que el propietario rellene una solicitud, depende de criterios como el diseño, la calidad, la ubicación, los equipamientos que dispone y un valor mínimo de 1,5 millones de euros. Una vez aceptada, el propietario puede contactar con otros miembros del club para realizar las propuestas de intercambio. Se pagará una suscripción anual de 850 euros, con la que se tiene acceso ilimitado a la selección de casas de la plataforma. HomeExchange Collection está presente en 35 países y ya son 300 casas de lujo en todo el mundo las registradas en la plataforma -que abarcan desde áticos en ciudades a castillos centenarios-, con el objetivo de alcanzar las 1.000 viviendas después del verano.
Solo segundas residencias
Con la vista en el ámbito vacacional, Thirdhome permite viajar a casas de lujo en Barbados, Punta Cana, Belize o Malibú. Esta plataforma se focaliza en el intercambio de segundas residencias exclusivas, que están durante distintos periodos del año sin utilizar. Así, una vivienda vacacional de lujo puede ser la llave de más de 14.000 propiedades repartidas por 1.700 destinos de 98 países del mundo -en nuestro país se ubican algo más de 100 en estos momentos-.
El objetivo es sacar el mayor rendimiento a esas segundas viviendas que permanecen mucho tiempo sin usar e intercambiarlas entre otros miembros del club para viajar por el mundo y hospedarse en alojamientos de lujo, sin tener que abonar un alquiler y ahorrando una suma de dinero al final de la estancia.
En el caso de Thirdhome, el acceso al club está condicionado a disponer de una segunda residencia valorada en más de 450.000 euros. De hecho, el valor medio de las viviendas que pertenecen es de 2,4 millones de euros. Las propiedades, además, deben tener unas buenas condiciones, gozar de un interiorismo exclusivo y contar con servicios de calidad -en muchas de ellas se dispone de chef o chofer, aunque este no es un requisito para ser socio-.
Una vez admitidos, los miembros comunican al club las semanas en las que sus segundas viviendas estarán vacías y así consiguen ganar créditos, conocidos como llaves, en función de la disponibilidad de sus propiedades. Estos créditos -junto con una cuota de intercambio que deben abonar, en torno a los 700 euros por semana de media- se usan para pagar las estancias en los alojamientos de lujo de otros miembros.
En cuanto al perfil de los socios, se trata de baby boomers que cuentan con una sólida posición financiera pero no son ultra ricos. En su mayoría, los miembros son americanos, pero "estamos creciendo sobre todo en Europa y también en España", apunta Niki Christian Nutsch, vicepresidente de Thirdhome para EMEA, quien añade que "después del Covid-19 todo ha cambiado y la gente prefiere viajar a través de casas privadas". Desde la compañía señalan que su crecimiento se produce de manera orgánica: "Estamos creciendo por recomendación de los socios a sus contactos privados y por invitación".