Comunidad Valenciana
Freno del sector turístico en la Comunitat en pleno boom de inversiones
Olivia Fontanillo
Valencia,
Las dos grandes amenazas que, desde el inicio de la recuperación económica, planeaban sobre el sector turístico -la recuperación de los principales destinos competidores de España en el Mediterráneo y la creciente oferta de pisos de alquiler vacacional- han convergido este verano en un cóctel que provocará que, por primera vez en diez años, el turismo crezca por debajo del conjunto del PIB y que se rompa el ciclo de récord anual de visitantes. (Más contenidos en la revista digital gratuita 'eE Comunitat Valenciana').
Si bien la Comunitat Valenciana es, junto a Galicia y el País Vasco, la región donde se espera una mejor campaña de verano -según las previsiones de la organización Exceltur-, su principal destino turístico, Benidorm, evidencia esta nueva situación: ha marcado en el mes de julio el peor dato de ocupación hotelera desde el año 2010, un empeoramiento que se extiende al resto de la Costa Blanca, apunta la patronal hotelera, Hosbec.
La Confederación de Empresarios Turísticos de la Comunitat Valenciana (CET-CV) detalla que la previsión de ocupación media para este verano para el conjunto de la región se sitúa en torno al 82 por ciento, "cifra inferior a las del año pasado en estas fechas". Y ello en un entorno en el que todavía no se ha recuperado la rentabilidad lograda por el sector en los ejercicios previos al estallido de la crisis.
A los factores señalados anteriormente, se unen, en opinión de Hosbec, la reducción en el número de turistas británicos -con una pérdida de más de 300.000 pernoctaciones desde principios de año-, vinculada al Brexit, y la reducción de capacidad aérea entre el Aeropuerto de Alicante y algunos destinos, entre los que se encuentran varias ciudades inglesas.
El sector turístico constata, asimismo, un desvío de la contratación de paquetes turísticos de los grandes turoperadores hacia destinos más baratos, tras dejar atrás los graves conflictos políticos y sociales de pasados ejercicios. Entre ellos, destacan Turquía, Egipto, Túnez y Grecia.
"La continua fuga de turistas desde comienzos de años es agravada por la desmesurada proliferación de alojamientos no reglados durante la época estival", subraya Hosbec. Respecto al recurso a este tipo de activos, "con operaciones realizadas mediante plataformas que comercializan oferta irregular en el alojamiento, empuja a la creación de un empleo precario, ya que sus circunstancias suponen no tener ni un personal fijo, ni estar sujeto al convenio colectivo de hostelería, como ocurre con toda la oferta de alojamiento reglada. Desde el sector ya se ha advertido de los efectos perversos para los destinos que tiene este tipo de oferta, ya que, si se ofrece un mal servicio o el producto se deteriora, se terminará atrayendo a otro tipo de cliente. La industria reglada del alojamiento trabaja muy duro para consolidar un tipo de turismo sostenible, que contribuye al desarrollo económico y social de los destinos, y que es incompatible con un modelo de alojamiento ilegal y con empleo precario. Cuanta más oferta ilegal exista, más empleo se destruirá en la industria turística", denuncia la asociación.
Se trata, además, de un tipo de turista que consume menos. En este sentido, y en cuanto al gasto en hostelería, la encuesta de previsiones realizada entre empresarios asociados a la Federación Empresarial de Hostelería de Valencia (FEHV) concluye que la campaña de verano "ha comenzado con un descenso del gasto en bares y restaurantes. En localidades de playa los empresarios alertan del escaso consumo entre semana, peor incluso que años anteriores, y que el movimiento se concentra en el fin de semana. Asimismo, también se está observando en puntos más turísticos de la ciudad de Valencia, como la zona centro, donde se percibe un cambio en el comportamiento del turista, con un descenso en las consumiciones".
A pesar de estos ajustes en previsiones respecto a campañas anteriores, desde el sector se destaca que "el turismo ha sido el principal motor del crecimiento del empleo, aportando un 14 por ciento a la cifra global, y el 57,1 por ciento de los empresarios ha reforzado su plantilla este verano".
Nuevos proyectos y rehabilitación
El reajuste de la demanda llega en un momento de explosión inversora en el sector turístico, tanto en el ámbito hotelero como en apartamentos. Gerardo Yagüe, socio de Financial Advisory en Deloitte, sostiene que, "a pesar de las potenciales incertidumbres sobre el flujo de turistas, debido a la recuperación de destinos alternativos, gracias al crecimiento exponencial del turismo mundial, España tiene la oportunidad de seguir siendo un país líder en recepción de turistas. La clave del éxito está tanto en la inversión en sus smart capex - activos productivos-, para conseguir una oferta atractiva y única, como en la implementación de estrategias para lograr capturar y fidelizar a un turismo de mayor calidad".
La consultora destaca el "sólido posicionamiento internacional" del sector turístico español, con reconocimientos como la primera posición en el Travel & Tourism Competitiveness Index Report, del World Economic Forum.
En 2017, y a pesar del descenso en el volumen total de operaciones en el sector inmobiliario no residencial, la inversión en hoteles en España experimentó un incremento del 44 por ciento, hasta alcanzar los 3.090 millones de euros -un 29 por ciento del volumen total de inversión en inmobiliario no residencial-, según el informe The Hotel Property Handbook 2018, elaborado por el área de Financial Advisory de Deloitte. La previsión para este año es superior: "En la primera mitad de año se han invertido ya más de 2.500 millones, con expectativas de incrementar esa cifra en 4.200 millones de inversión adicional", apunta Javier García-Mateo, socio de Real Estate del área de Financial Advisory de Deloitte, y director del informe.
La Comunitat Valenciana fue la sexta comunidad autónoma con mayor volumen de inversión el año pasado, con 232 millones de euros, un 8 por ciento del total nacional. En concreto, y según el estudio, se abrieron cuatro nuevos hoteles, con un total 927 habitaciones, y otros 12 -que suman 2.158 habitaciones- renovaron sus instalaciones. Para los próximos tres años, están previstas otras nueve aperturas en la región, lo que supondrá incorporar 930 habitaciones adicionales.
A estas operaciones, hay que sumar la creciente actividad de grupos inversores en rehabilitación y adaptación de inmuebles para uso turístico.
Sólo en la ciudad de Valencia se han contabilizado, en los últimos dos ejercicios, una treintena de proyectos en diferentes fases de tramitación, incluyendo hoteles y apartamentos turísticos. Una explosión de oferta que llevó al Ayuntamiento a establecer una moratoria. El consistorio quiere definir estrictos criterios para la aprobación de nueva oferta, sobre todo en el centro histórico de la ciudad. Respecto a los pisos turísticos, se impondrá una restricción de las plazas por zonas, se fijarán periodos máximos de alquiler al año y se limitará este uso a viviendas ubicadas en pisos bajos o en la primera planta de edificios. De prosperar el nuevo marco, se estima que alrededor de un 70 por ciento de las viviendas que hay actualmente en la ciudad con este uso, que superan ya las 5.500, no cumplirían la futura normativa municipal.
En el contexto de aumento de capacidad, pese a una posible estabilización o descenso en visitantes, los expertos aconsejan extremar los análisis de viabilidad y rentabilidad. "La inversión en reforma y reposicionamiento de los hoteles es una de las prioridades en 2018 y 2019. Actualmente, la oferta hotelera en la Comunitat Valenciana tiene una edad media -desde apertura o última reforma- elevada, en torno a nueve años. Este factor evidencia una necesidad imperativa de inversión inteligente, donde las categorías de cuatro y tres estrellas tienen que ser las grandes protagonistas", dice García-Mateo.
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