Comunidad Valenciana

Primeros 'roces' entre Puig y Oltra, condenados a entenderse si quieren una mayoría sólida


    Olivia Fontanillo

    La candidata de Compromís, Mónica Oltra, aspira a la presidencia de la Generalitat, cargo que el PSPV no está dispuesto a ceder.

    Las primeras horas tras la debacle electoral que ha llevado al Partido Popular valenciano a perder, tras dos décadas de mayoría absoluta, el Gobierno autonómico, así como los tres principales Ayuntamientos, decenas de municipios y las Diputaciones de Valencia y Alicante, han sido escenario de diferentes reacciones, en el mundo político y económico de la Comunitat Valenciana.

    En el lado de los 'vencedores', los candidatos a la Presidencia de la Generalitat por el PSPV, Ximo Puig, y por Compromís, Mónica Oltra, apuestan por el pacto, pero los dos reivindican el liderazgo del futuro Consell. El primero, porque obtuvo más diputados (23, frente a 19 de Compromís) y la segunda, por el fuerte respaldo popular, frente a la caída de votos del PSPV, que ha llevado a Compromís a ser la candidata a gobernar el Ayuntamieno de Valencia (con pacto de izquierdas), y a ocupar varias alcaldías en la comunidad. La tercera fuerza de izquierdas, Podemos, está abierta a negociar con ambos.

    Ante estas discrepancias entre Puig y Oltra, se empiezan a barajar opciones de formación de gobierno con mayorías simples, entre las que parecen más viables serían las alianzas PSPV-Ciudadanos (si bien, este partido rechaza, a priori, formar parte de un gobierno autonómico) y Compromís-Podemos.

    La primera votación en Les Corts será el 11 de junio, lo que deja dos semanas para forjar las alianzas.

    En el lado de los 'perdedores', mientras Alberto Fabra asume la derrota y la imposibilidad de mantener la Generalitat (que no lograría ni con Ciudadanos, la única opción que veía viable), Rita Barberá se resiste a a bandonar el que ha sido su feudo durante 24 años, aunque tenga que pactar con sus enemigos. El número dos de la lista del PP en el Ayuntamiento de Valencia, Alfonso Novo, dijo ayer que "la primera obligación del PP como fuerza más votada es intentar formar Gobierno estable con los partidos más moderados, Ciudadanos y PSPV", y, si esa opción no fructifica, "hacer una oposición seria".

    Ciudadanos ya se ha autoexcluido de una potencial coalición de gobierno, tanto en Generalitat como en Ayuntamiento. Una decisión poco relevante, teniendo en cuenta que, ni siquiera con su apoyo, el PP lograría una mayoría suficiente frente a laspotenciales coaliciones de fuerzas de izquierdas.

    Recelos en el empresariado

    Mientras el Ibex 35 se dejaba un dos por ciento en la sesión, el empresariado valenciano reaccionaba con cierto recelo ante los resultados electorales. Los presidentes de la patronal valenciana, CEV, Santiago Navarro, y de la autonómica, Cierval, José Vicente González, instaban a los partidos políticos a formar un gobierno autonómico "estable, precedible y con unidad de criterio", que apuntale la recién iniciada recuperación económica. "No puede ser un corta y pega de diferentes partidos", advierte González.

    El presidente de los empresarios valencianos llegó a plantear que los resultados de las elecciones autonómicas "no tienen más que una interpretación, sólo hay una forma de formar gobierno, que es el PP y PSOE, pero da la sensación de que no están en esa línea y habrá que formar un gobierno".

    Coinciden en pedir que este proceso no se dilate y se evite una situación como la andaluza.