El Frob entrega a Caixabank el Banco de Valencia: "El paciente ha muerto"
"Es muy complicado explicarle a un familiar que, a pesar de la operación a corazón abierto, el paciente ha muerto". Con esta respuesta a un accionista resumió José Antonio Iturriaga -administrador del Frob en Banco Valencia durante 14 meses- la junta general que la entidad celebró este jueves y que supuso el traspaso de la gestión a Caixabank.
La entidad catalana ha anunciado la absorción del banco lo antes posible. En un ambiente de funeral -los miembros de la asociación Pro Banco Valencia vistieron de luto-, Iturriaga intentó explicar a los accionistas cómo la entidad intervenida en noviembre de 2011 había acabado vendida por un euro a Caixabank, tras una inyección de 4.500 millones del Frob.
Ante 349 accionistas presentes, que representaban a 4.445, el también director general del banco asumió la responsabilidad del Frob en la reducción del valor de las preferentes y obligaciones del banco, entre un 85 y un 90 por ciento, y anunció que el banco "ha dado instrucciones a la red para reunirse con todos y cada uno de los titulares" para buscar posibles soluciones en el caso de que los hubieran suscrito de buena fe. "Banco de Valencia es muy sensible con los clientes afectados", afirmó, y explicó la medida como "inevitable" debido a la normativa española derivada del acuerdo con las autoridades europeas.
Iturriaga, alegando motivos legales, impidió que se votase una petición de acción social de responsabilidad contra él.
Justificó operaciones como la venta de Nordkapp -detallada el día de la junta por elEconomista- y admitió algún error, como la compra de la financiera Adquiera. En respuesta a los accionistas que culparon al Frob de haber "permitido" el hundimiento del valor y la venta del banco por un euro dijo comprender "su sentir y su decepción", pero añadió: "Nadie ha soportado pérdidas superiores a las que hubiera soportado si la entidad hubiese sido liquidada".
Sobre el futuro de la marca Banco de Valencia, Iturriaga manifestó que es una decisión de Caixabank, y que cree que su intención es mantener el rótulo Caixabank-Banco Valencia al menos en las oficinas de la capital del Turia.
El nuevo consejo de administración del banco se reunió por la tarde y nombró presidente a Marcelino Armenter, director general de Caixabank. La junta general aprobó las retribuciones del consejo, cuyos miembros percibirán como dietas 3.000 euros cada uno por reunión del consejo.