Ford Amussafes contempla volver a fabricar al 100% a partir de julio
- Plantea un nuevo ERTE con la intención de recuperarse en tres meses
- Los empleos afectados serán 2.215 en mayo, 1.500 en junio y 1.100 en julio
- En cualquier caso, el impacto del Covid-19 será devastador en 2020
Dani Valero
Valencia,
La negociación de un ERTE nunca es una buena noticia, pero la dirección de Ford Almussafes ofreció este miércoles un dato para la esperanza en la reunión celebrada para la negociación del nuevo Expediente de Regulación Temporal de Empleo. Pese a los efectos devastadores de la crisis del Covid-19 en la industria del automóvil, que en el caso de la planta valenciana va a suponer más de mes y medio de parón y otros tres a medio gas, la multinacional espera volver a fabricar al 100% de su capacidad a partir del próximo mes de julio.
En concreto, según precisaron a los sindicatos representados en la fábrica, las cifras que maneja la dirección pasan por una caída en la producción de 13.200 coches en el mes de mayo, que se reduciría de forma significativa a un total de 3.200 menos en julio, y a una caída de solo 1.300 unidades en el mencionado mes de julio. Cabe recordar que la planta solo estuvo operativa en marzo hasta el día 16 y que no ha fabricado vehículo alguno en todo el presente mes de abril.
Ante la menor actividad en los próximos tres meses, Ford Almussafes requiere aplicar un nuevo ERTE a partir del próximo lunes 4 de mayo (cuando reanuda el trabajo), ya que el próximo día 3 expira el de "fuerza mayor" que ha estado en vigor desde que se declaró el estado de alarma.
Los empleados susceptibles de verse afectados son, de nuevo, más de 7.000 trabajadores, si bien en esta ocasión se producirá la incorporación paulatina de personal en las instalaciones. La afección media diaria del nuevo ERTE se estima en 2.215 trabajadores en mayo, 1.500 en julio y 1.100 en julio, según la información recopilada por las organizaciones sindicales.
Cinco meses de impacto
En caso de que Ford Almussafes logre este hito habría reducido el impacto de la pandemia a tan solo cinco meses. No obstante, los datos anuales de la planta y de Ford Europa serán igualmente muy negativos, y cabe recordar que se producen en un momento muy delicado, puesto que la multinacional americana se replanteaba seriamente la continuidad de su negocio en el Viejo Continente.
Además, en el caso concreto de Ford Almussafes, la factoría se enfrentaba a un horizonte complicado por la tendencia a la baja de varios modelos en los concesionarios (a excepción del Kuga) y la decisión de la multinacional de relocalizar en Norteamérica la producción de furgonetas y motores. Ello llevó a la planta a anunciar la destrucción de 400 empleos mediante un ERE de extinción que está todavía pendiente de aplicar y cuya cifra de afectados, según los peores augurios, podría aumentar.