Turismo y Viajes

El Gran Meliá de Mar abre sus puertas renovado


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    Más lujoso que nunca, el hotel Gran Meliá de Mar reabre al público. El conocido establecimiento, ubicado a diez minutos del centro histórico de Palma de Mallorca, ha concluido una importante renovación que ha permitido adaptar sus estándares a la marca Gran Meliá. Hasta ahora se operaba bajo la marca Meliá.

    La cadena Meliá Hotels International apuesta por convertir el Gran Meliá del Mar en un hotel-destino por excelencia para parejas, aprovechando su paradisíaca localización en la costa sur de Mallorca, en una tranquila ladera de pinos que descienden hacia el mar.

    La espectacular cala de aguas cristalinas -casi privada- es una de las gratas sorpresas que esconde este hotel, muy apreciado por los turistas que frecuentan los bares y restaurantes próximos y el glamuroso paseo comercial de la Marina Puerto Portals. Su cercanía a algunos de los mejores campos de golf de Mallorca, como Bendinat, Santa Ponça o Son Vida, lo convierten en un alojamiento perfecto también para los aficionados al golf.

    El Gran Meliá de Mar cuenta con 142 habitaciones con terrazas con vistas al Mediterráneo, lujosas amenities, cafetera Nespresso, mini-bar y productos de baño Premium. Los clientes del denominado RedLevel tendrán además acceso exclusivo al RedLevel Lounge y disfrutarán de otros beneficios como el valet parking, cama balinesa premium y acceso gratuito al circuito bienestar del Spa by Clarins. El spa del hotel ofrece además tratamientos de la citada firma cosmética y el nuevo bar & lounge Amaro, recupera el estilo glamuroso de los años 50 con una propuesta variada de "bits & bites" a disposición de los clientes, que incluye tapas y deliciosa pastelería, servidos a lo largo de todo el día. Por las noches, el local ofrece una extensa lista de cócteles y música en vivo.

    Por su parte, el bar-restaurante Bardot, junto a la piscina, completa la oferta lúdico-gastronómica. Abierto del amanecer al atardecer, sirve cócteles clásicos que acompaña de pescados y mariscos frescos, en un ambiente de clara influencia balear. Y por las noches, el restaurante Arrels cocina mallorquina.

    Un espacio flexible de 449 metros cuadrados, con las más modernas tecnologías y capacidad para acoger entre 12 y 220 personas, completa las instalaciones.

    En definitiva, Meliá ha querido elevar la apuesta de calidad con una profunda renovación con este hotel, que se ubica en la ciudad que vio nacer a la cadena y que -como destaca Gabriel Escarrer, vicepresidente y consejero delegado de la compañía- "es un destino esencial para los viajeros de lujo europeos, gracias a su belleza natural y a la riqueza histórica y cultural de la isla".