Viajar sin dejar huella
Turismo y Viajes
Los datos arrojados por la Organización Mundial del Turismo no dejan lugar a dudas. El 8% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero son provocadas por el turismo y podrían situarse en torno al 40% en 2025 si no se hace nada por evitarlo. No obstante, ya son muchos los viajeros que apuestan por destinos eco en los que tanto empresas como organizaciones locales y turistas suman esfuerzos para reducir el impacto medioambiental.
Kinsai, agencia especializada en viajes a medida, destaca un repunte de viajes a destinos como México, Tailandia, Guatemala, Costa Rica, Vietnam o Sri Lanka. En estos países existe un amplio abanico de actividades sostenibles para apoyar la economía local y ayudar a la sustantividad de las familias de la zona, al turismo y a los proyectos de preservación de los entornos naturales.
Más allá de los destinos "ecológicos", es posible preparar un viaje sostenible poniendo en práctica pequeños gestos que servirán para reducir la huella de carbono en el planeta. Kinsai comparte algunos de los consejos que se pueden seguir.
Cómo reducir nuestra huella de carbono en los viajes turísticos
En primer lugar, es importante utilizar medios de transportes sostenibles. Tal como indican desde Kinsai, "para reducir la huella de carbono es importante, por un lado, escoger un alojamiento que se encuentre cerca de los lugares que se quieren visitar y, por otro, utilizar medios de transporte ecológicos, como el coche eléctrico o la bicicleta". Si las distancias son muy grandes y no se dispone de coche eléctrico, se puede apostar por medios públicos como el tren o el autobús.
Una vez que estemos de viaje, es normal que se visiten enclaves naturales en los que no existan papeleras, por lo que es recomendable llevar una mochila en la que poder ir guardando todos los desperdicios generados para depositarlos después en contenedores de reciclaje. Para ir un paso más allá, también se puede aplicar la filosofía zero waste, que se basa en reducir al máximo los residuos diarios.
Otro paso es apoyar la economía local. Comprar souvenirs en los mercados artesanales, disfrutar de una buena comida en restaurantes locales o comprar alimentos autóctonos y orgánicos son algunas de las opciones que permitirán reducir la huella de carbono en los viajes. De esta forma no solo se apoya la economía local, sino que también se disminuye el impacto ambiental.
Además, por suerte, cada vez son más las empresas concienciadas con el respeto al medio ambiente que llevan a cabo actividades ecológicas y sostenibles, desde visitar comunidades indígenas en Guatemala hasta observar la migración de las mariposas en México o hacer trekking en los parajes naturales de Sri Lanka.
En esta línea, para un turismo consciente y responsable que cuide a la fauna también es bueno huir de aquellas actividades que promueven las interacciones con animales, ya sea en su propio entorno o en recintos controlados.
Por último, la regla de las 3R (reducir, reutilizar y reciclar) debe estar muy presente en los viajes si se busca llevar a cabo un turismo consciente que minimice la huella de carbono. Así, es fundamental reducir el consumo de bienes y energía, reutilizar los materiales y objetos para darles una segunda vida y reciclar con el fin de disminuir los desperdicios y reutilizar los materiales ya usados.