Escapada mágica al desierto de Marruecos
Turismo y Viajes
Te proponemos un Happy Weekend para que te inventes un puente, vayas bien acompañado y os deis un homenaje. Cortesía para los lectores de El Economista que contraten este viaje antes de final de año: merienda de té con pastas cada tarde del itinerario.
Llegados a Marrakech, te sugerimos hacer noche en un riad privilegiado, el precioso Riad de la Belle Époque. Antes de dormir podrás dar un paseo por la plaza Jema-el-Fnà, en la que recomendamos cenar como los locales en los puestos humeantes que copan este espacio singular. Mejor una freiduría de pescado fresco de Essaouira. Tras el amanecer y el desayuno en la terraza, nos ponemos en manos de Private Tours Marrakech, con Mohamed al volante de su Land Cruiser Prado. Mohamed es alma mater de la empresa y se maneja bien en castellano. El plan es recorrer los paisajes al este y sur de Marrakech y del Atlas, y disfrutar de su gente, su cultura y su cocina.
El primer día se madruga para disfrutar sin prisa de las cumbres del Atlas, cruzando por el puerto de Tichka -2.260 metros, precioso en esta época, ya con nieve-, para visitar en el descenso la gran kasbah de Aït Ben Haddou, Patrimonio de la Humanidad, y en la que se rodaron pasajes de Lawrence de Arabia, a los pies del río Drâa, que recorre todo el flanco sur del Atlas. En Ouarzazate haremos una visita de los estudios de cine en los que se han rodado producciones como Gladiator, con Russell Crowe, o Astérix y Obélix con Gérard Dépardieu, y cenaremos en un restaurante de cocina local y haremos noche en un hotel de la ciudad.
El día segundo amanece con un desayuno en Ouarzazate y se sigue camino de las gargantas del Dades, las gargantas del Todra y el valle de las Rosas. Tras pasar por el valle de Ziz, con sus oasis de palmeras, llegamos al conjunto de dunas más extenso y alto de Marruecos, Erg Chebbi, en Merzouga. Desde la aldea avanzaremos a lomos de dromedario hasta nuestra tienda en el desierto, en la que no nos faltará de nada. También podemos practicar el sandboarding, con tablas similares a las del surf pero sobre las pendientes de arena. Una experiencia. Como la cena, envueltos en dunas al caer la noche y a la luz de las velas.
El tercer día, tras el desayuno, se regresa a Ouarzazate, buscando el valle del Drâa, en Alnif, Tazzarine Nkob y Tanzikht. Haremos una parada para comer en Ksar Tamnougalt, un precioso oasis cercano a Agdz, y desde ahí remontaremos el serpenteante paisaje de desierto de piedras que separa a Agdz de Ouarzazate. Desde la ciudad, de nuevo vendrá la travesía del Atlas por el Col de Tichka, y el descenso hacia Marrakech.
Si en lugar de optar por el viaje de tres días escogemos el de cinco, descubriremos con más calma la región de Merzouga, visitando el genial mercado de Rissani, visitando un poblado de tiendas bereberes en el desierto o el pueblo de Khamliya, famoso por sus músicos gnawa. Y en el regreso visitaremos Zagora, a las puertas del desierto del sur.
Para los amantes de desiertos menos frecuentados por los circuitos turísticos, recomendamos muy vivamente que la escapada sea a las dunas de Chigaga, en Mhamid, dos horas al sur de Zagora. Son paisajes virginales salpicados de aldeas de gente de cordial, en consonancia con la amabilidad que se hace visible en todos los rincones del país.
Precios
La escapada incluye viaje en coche 4x4 con aire acondicionado y conductor-guía (inglés o castellano), noche en Ouarzazate y noche en las dunas en tienda privada totalmente equipada. Desayunos y cenas (comidas en tiempo libre en Aït Ben Haddou y en Merzouga, por nuestra cuenta). Recorridos en dromedario y tabla de sandboarding.
410 euros por persona, en todoterreno de siete plazas. Escapada de cinco días en iguales condiciones, 650 euros.
Nuestro hotel de tiendas en las dunas de Ergg Chebbi
Más información:
Private Tours Marrakech
www.private-tours-marrakech.com
contact@private-tours-marrakech.com
Móvil y Whatsapp
+212 667 774 918