Transportes
Las licencias VTC se duplican en tres años por el vacío legal que irrita al taxi
- Madrid, Cataluña y Andalucía concentran los coches de Uber y Cabify
África Semprún
La flota de coches que opera con plataformas como Uber y Cabify se ha casi duplicado en apenas tres años, hasta los 6.506 turismos, mientras las licencias del taxi llevan años congeladas en el entorno de las 70.000, según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE).
A pesar de la guerra abierta por el gremio ya en 2014, cuando denunciaron a Uber por competencia desleal, y de las medidas tomadas por el Gobierno para frenar la liberalización del transporte, el negocio de las VTC (alquiler de vehículos turismo con conductor) lleva años creciendo a doble dígito en España y seguirá haciéndolo en los próximos años, puesto que el Tribunal Supremo ya ha comenzado a conceder el aluvión de licencias esperado.
Sin ir más lejos, a finales de octubre el Alto Tribunal concedió 700 licencias VTC a los taxistas de Baleares y 200 a la firma Ares Capital para operar en Mallorca. En Madrid, la justicia dio 60 y 20 licencias a Jojucar y Gran Vía Rent a Car, respectivamente.
Las VTC se disparan en España
A la espera de que estas compañías pongan sus licencias a trabajar, en los últimos once meses las VTC se han disparado un 18,8% en España, desde las 5.473 con las que empezó el año hasta las 6.506 registradas a principios de noviembre. Según los datos publicados por Fomento, el gran boom de las licencias arrancó entre 2014 y 2015, después de que el Gobierno modificara la ley Omnibus para reactivar el ratio de 1/30 que fija el número de VTC que puede haber por cada taxi.
A uno de enero de 2014 operaban en España 2.703 licencias VTC, una cifra que se disparó hasta las 3.474 en enero de 2015 y siguió creciendo a pasos agigantados a lo largo de los tres años siguientes, hasta casi duplicarse: acumulan un alza del 87,2%. Así, en enero de 2016 ya había 4.296 licencias VTC operando en España, cifra que se incrementó en 1.177 en apenas doce meses.
El incremento de los vehículos que trabajan con Uber y Cabify se ha concentrado en Andalucía, Cataluña y Madrid, donde operan el 68,5 de las licencias VTC que hay en España. Así, el número de coches autorizados en esas regiones se ha más que duplicado desde enero de 2015, mientras que en otras Comunidades Autónomas, como Baleares, Murcia, País Vasco, Navarra o Aragón no han crecido o incluso han llegado a caer durante el mismo periodo.
De cara a los próximos años, tanto Madrid como Cataluña vivirán una lluvia de licencias, ya que se espera que el Supremo dé vía libre a 3.500 más en la capital de España y otras 3.000 en la región catalana, llegando a casi 10.000 autorizaciones.
El imparable aumento de las licencias ha sido posible gracias a un vacío legal que llevó a los taxistas a poner sobre la mesa una huelga indefinida y a paralizar Madrid en varias ocasiones. Entre diciembre de 2009 y 2015, año en el que entró en vigor el reglamento que ejecuta la limitación de las concesiones de VTC de 2013, se pidieron miles de licencias. Las autonomías rechazaron darlas, pero los solicitantes las reclamaron en los tribunales, que les han dado la razón y están obligando a otorgarlas, llevando la relación VTC/taxi al 1/10. Los taxistas han exigido a Fomento que solucione este problema, eliminando las más de 4.000 licencias que, según ellos, sobran.
Pero lo cierto es que, según los datos de Fomento, en al menos diez años no se ha cumplido este ratio 1/30, ya que en 2007, antes de la ley Omnibus, era 1/25 con 64.164 licencias del taxi y 2.665 y en 2008 subió a 1/26. Si se hace la comparativa con los datos que arroja el INE, que contempla 70.276 taxis, el ratio es de 1/28 en 2007, dato que baja a 1/26 al año siguiente. La adjudicación de nuevas licencias de taxi lleva bloqueada 20 años, en los que el gremio impide que crezca su sector y el de su competencia.
'Frenar' a Uber y Cabify
El ministerio dirigido por De la Serna, que ultima un Real Decreto para ordenar el sector, no puede tomar medidas tan drásticas como eliminar licencias y contradecir a los jueces, lo que ha encendido más a los taxistas. El texto promovido por el Gobierno impone una moratoria que impide a los propietarios de las VTC vender o traspasar la licencia en dos años. A su vez, prevé crear un registro en el que los conductores de Uber y Cabify tengan que comunicar sus servicios antes de realizarlos. De momento, no hay un plazo mínimo de preaviso, pero los taxistas quieren que sea de una hora, lo que frenaría al sector. Pese a estas medidas, el verdadero futuro de las VTC y el taxi se juega en el Supremo y luego en Europa, ya que la CNMC ha recurrido la ley que limita su crecimiento.
Aunque desde Fomento aseguran que hay unas 10.000 licencias pendientes de salir vía judicial, desde la patronal estiman que la flota total de VTC apenas llegará a los 13.000 o 14.000 coches en España, lo que supondrá una oferta insuficiente para hacer frente a la elevada demanda del servicio, que es unos cinco euros de media más barato que el taxi.
El presidente de Unauto, Eduardo Martín, explicó a este diario que las aplicaciones de Uber y Cabify reciben al día unas 10.000 solicitudes de servicio que no pueden atender por la falta de oferta.