Transportes
La movilidad compartida necesita una regulación que sea homogénea
- Observatorio 'Ciudad y motos: un camino hacia la movilidad sostenible'
elEconomista.es
La movilidad es uno de los grandes retos al que se enfrentan las sociedades por varios motivos: el uso del espacio público, los problemas de tráfico o la huella medioambiental. Unos factores que están favoreciendo otras modalidades de transporte como la movilidad compartida que ofrece beneficios como una menor contaminación, un ahorro de costes para el usuario, o una ciudad más liberada.
Ahora bien, para que esta modalidad pueda implementarse de manera eficiente y sea de verdad una solución a los problemas actuales, es necesario que exista una regulación homogénea. Esta fue una de las conclusiones del observatorio, Ciudad y motos: un camino hacia la movilidad sostenible, organizado por elEconomista y Acciona y enmarcado en el ciclo informativo Descarbonizar la economía.
A este respecto, María José Rallo del Olmo, secretaria general de Transportes y Movilidad, señaló que "la Ley de Movilidad Sostenible, tal cual la estamos concibiendo, pretende ser un paraguas que, respetando las competencias de todas las administraciones, nos ayude a tener un sistema de gobernanza más robusto para conseguir poner al ciudadano en el centro de las decisiones", a lo que añadió que "muchas veces los problemas necesitan la participación de varios actores para resolverse y eso es lo que pretende la ley, crear un sistema de movilidad nacional en el que participen todas las administraciones, el sector privado y la sociedad".
Rallo del Olmo indicó que esperan que la primera lectura de la futura ley de movilidad sostenible y financiación del transporte ante el Consejo de Ministros se produzca en el segundo trimestre del año. El Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana ha recibido casi 650 propuestas de empresas, profesionales, ciudadanos, universidades y administraciones públicas para el desarrollo de esta futura ley y que se centran en cinco grandes bloques: aspectos económicos; aspectos tecnológicos; aspectos medioambientales; gobernanza, competitividad y productividad; y aspectos sociales.
Precisamente, en materia de gobernanza, las empresas piden homogeneizar la normativa entre los distintos territorios y que la nueva ley recoja el marco general para el acceso a núcleos con restricciones y fomente las flotas de cero emisiones para la distribución urbana de mercancías.
Para Ramón Piñeiro, director de Movilidad de Acciona, "el único factor bloqueante que pueden tener los servicios de movilidad compartida puede ser la heterogeneidad de la regulación, ya que las competencias son de nivel municipal. Nosotros visualizamos una ordenanza tipo basada en la libre prestación con unos criterios de cumplimiento del operador en cuanto a estacionamiento, solvencia técnica, garantías de seguro... Pero siempre permitiendo que el mercado compita en las mejores condiciones y conviviendo con el entorno de la ciudad".
En esta línea, Juan Alfaro, director de Transportes y Movilidad de Deloitte, apuntó a que "uno de los grandes retos de la ley es la coordinación competencial entre las distintas administraciones. Y es que o hay una regulación más o menos homogénea, o el modelo de negocio no puede funcionar, porque una empresa no puede desarrollar una línea de negocio que no sea escalable y no puede haber escalabilidad si tiene que ir ajustando su negocio a los distintos territorios".
En su caso, Ciro Moreno, investigador de la Universidad Nebrija en el área de Ingeniería Mecánica y Recuperación de la Energía, señaló que otro de los retos es el acceso a los datos: "Es fundamental que exista una infraestructura de datos y que las administraciones puedan facilitar en un único lugar la información para que los investigadores y las empresas se puedan beneficiar. En esa nueva economía de datos es donde podemos aplicar inteligencia para hacer mucho más eficientes nuestros desplazamientos".
'Mobility as a Service'
El transporte activo, aquel que requiere esfuerzo físico (caminar, bicicleta, patinete...), sumado al uso del transporte público son dos medidas recomendadas que permitirán a las ciudades reducir factores como la congestión, la contaminación y la accidentalidad. Las soluciones de Mobility as a Service, por las que los usuarios de un vehículo pagan por el tiempo de su uso en lugar de su propiedad, es otra de las formas de movilidad que mejoran la calidad de la movilidad de las ciudades.
En este contexto, el Big Data y la Inteligencia Artificial serán dos tecnologías clave en la movilidad del futuro. Entre otras cosas, pueden reducir los accidentes de tráfico, ya que la recogida y tratamiento de los datos de los vehículos permitirá aprender cuáles son las distintas causas de los accidentes de tráfico: averías, fatiga, condiciones meteorológicas... También promoverán un transporte público bajo demanda en el que las rutas podrán ser planificadas según la demanda y la capacidad.
En este sentido, Ramón Piñeiro cree que "es necesario un protocolo único para compartir esos datos. Es un factor crítico para que las plataformas de Mobility as a Service prosperen. Nosotros, por ejemplo, estamos integrados en la plataforma MADRID 360 donde el usuario puede programar su viaje combinando el transporte público con una motocicleta de Acciona". La compañía cuenta con una flota de motos eléctricas compartidas en seis ciudades españolas: Madrid, Barcelona, Valencia, Sevilla, Málaga y Zaragoza. Las motos eléctricas se erigen como una de las soluciones principales en el futuro de la movilidad, ya que son versátiles, ocupan poco espacio público, permiten el acceso a zonas restringidas a otro tipo de vehículos y dotan al usuario de la máxima libertad para planificar sus rutas.
"Disponer de un punto en el que esté integrada toda la oferta de transporte es ya una obligación europea que establece que debe haber una serie de puntos nacionales y hay uno específico que es el acceso a la información de transporte multimodal. En esa plataforma tecnológica todos los operadores de transporte tienen la obligación de prestar sus datos de manera modular", apuntó María José Rallo del Olmo.
El Punto Nacional de Acceso del Transporte Multimodal del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana es un espacio que concentrará la información de la oferta de transporte de viajeros en el territorio nacional más completa posible, incluyendo a todos los modos de transporte: por carretera, ferroviario, marítimo, y aéreo, en sus ámbitos tanto interurbano como urbano.
Su objetivo es servir como base de datos, oficial y consistente, que nutra a planificadores de transporte y otras APPs de movilidad. Esto facilitará el desarrollo de herramientas valiosas para los operadores de transporte, que podrán dar visibilidad a sus servicios de transporte, y también para los ciudadanos, que podrán planificar sus viajes puerta a puerta sin necesidad de consultar varias aplicaciones o portales distintos. Eso sí, la secretaria general de Transportes y Movilidad destacó que "hay una gran disparidad en el nivel de digitalización de los distintos operadores. Por ello, habrá una línea específica dentro del plan de recuperación para ayudar a esa digitalización".
En este sentido, Juan Alfaro explicó que es "imprescindible el uso del cloud, el Big Data o la Inteligencia Artificial para que cualquier operador pueda prever las necesidades de la demanda y lo pueda casar con la oferta y, a través de una plataforma, dar solución a los cuatro grandes retos que la Mobility as a Service necesita: una planificación eficiente de la ruta, que el usuario pueda reservar desde un único lugar los distintos modos de transporte, que una vez haya hecho la reserva tenga un único billete a través de la aplicación, y contar con una pasarela de pagos sólida".
El efecto de la pandemia
Evidentemente, y como ha ocurrido en diferentes ámbitos, la pandemia está teniendo un fuerte impacto en los modos de transporte de los ciudadanos. En esta línea, María José Rallo del Olmo indicó que actividades como el teletrabajo o el aumento del comercio electrónico, con el gran reto que supone para la distribución urbana de mercancías, están teniendo un gran impacto en la movilidad. "El miedo al transporte público ha provocado que el nivel de utilización del vehículo privado se ha recuperado casi a los niveles pre crisis. También ha habido un aumento importante de la movilidad activa. De todo esto, habrá que ver qué parte es coyuntural y cuál estructural".
En su caso, Ramón Piñeiro señaló que "hay una reducción masiva en la movilidad urbana. En término medio hablamos de un 30%-50% menos de movilidad con un deslizamiento muy claro hacia el vehículo privado. Nos situamos, por tanto, ante la paradoja de que podemos tener mucha menos movilidad, pero con la misma congestión y un mayor impacto medioambiental". Piñeiro cree que en el medio plazo "cambiarán los drivers de decisión de los clientes. Antes se pensaba más en el confort o en el coste medio del trayecto y se pasará a valorar la seguridad y la flexibilidad".
En este punto, Juan Alfaro recordó que "la compra-venta de vehículos de más de 20 años (al ser más económicos) se ha incrementado un 35%, con lo cual, no solo hay más vehículos en circulación sino que son más contaminantes". Precisamente ante un parque tan envejecido que se está recuperando ahora, Ciro Moreno señaló que "la moto puede tener un papel fundamental para contrarrestar, ya que es más económica y más accesible. En este sentido, los servicios de moto compartida son clave porque muchas personas no se van a lanzar a comprar este vehículo sin haberlo probado antes".
¿Hacia dónde vamos?
En lo que coincidieron todos los expertos es que la movilidad del futuro se asentará en la sostenibilidad, la digitalización y la intermodalidad. "La movilidad está cambiando de manera radical y ésta tiene que ser segura, sostenible desde el punto de vista social, ambiental y económico, y tiene que ser conectada. Dentro del aspecto social es muy importante que sea accesible e integradora para que todos los colectivos vean resueltas sus necesidades", sostuvo María José Rallo del Olmo.
Por su parte, Juan Alfaro apuntó a que "hay cuatro vectores fundamentales para la movilidad. Uno de ellos es la sostenibilidad, ya que el medio ambiente es una de las claves del futuro. En segundo lugar, la digitalización, ya que los datos, la Inteligencia Artificial o el cloud van a cambiar el paradigma de la movilidad del futuro. En tercer lugar, la intermodalidad y, por último, la colaboración público-privada".
En su caso, Ciro Moreno expuso que "vamos hacia unos modelos más racionales del uso de los vehículos y el éxito estará en la conjugación de todos los modos de transporte. Eso sí, hay una serie de retos que vencer y para eso están todos los actores en el mundo de la investigación trabajando en ello, ya sea a nivel de la gestión eficiente de flotas y del tráfico o el almacenamiento y recuperación de la energía".
Para Ramón Piñeiro, "estamos viviendo una revolución en la movilidad entendida como servicio frente a la concepción tradicional de la movilidad como propiedad de un activo. Los vectores sobre los que se tiene que apoyar la movilidad del futuro son el transporte público, como eje vertebrador, la movilidad activa y la movilidad compartida. Nuevas formas de movilidad que serán parte de un ecosistema que nos ayude a alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible".