Transportes

Baleària se alía con Global Ports Holding para explotar la nueva terminal de pasajeros de Valencia

  • La naviera valenciana presenta la única propuesta para crearla y explotarla
Figuración de la terminal que propone Baleària. EE

Dani Valero
Valencia,

Baleària, junto a Global Ports Holding, ha presentado la única oferta para la construcción y explotación de la nueva terminal pública de pasajeros del Puerto de Valencia licitada por la Autoridad Portuaria, cuyo plazo para presentar propuestas ha concluido a las 12 horas de este jueves 2 de julio. "La oferta de Baleària ha sido la única que se ha presentado para optar a esta infraestructura que se ubicará entre el Muelle de Poniente y el Muelle del Espigón del Turia, en la zona anteriormente ocupada por el astillero de Unión Naval de Valencia, y que cuenta con aproximadamente 100.000 metros cuadrados", ha explicado este jueves la APV. La concesión para la empresa adjudicataria se otorgará por un plazo de 35 años, prorrogables hasta un máximo de 50 años.

La compañía, en un comunicado, ha explicado posteriormente que se ha presentado a este proceso "con el apoyo de Global Ports Holding Plc, el mayor operador de terminales de cruceros del mundo". Esta firma, que opera en el Mediterráneo, Asia-Pacífico y en el Caribe, gestiona además puertos comerciales en Turquía y Montenegro. "Como operador independiente, el grupo goza de una posición privilegiada en el sector crucerístico, con una marca líder en el mundo portuario. GPH opera 21 puertos en 13 países y sirve a 14 millones de pasajeros, con una cuota de mercado en el Mediterráneo del 24%", ha explicado Baleària.

Sobre el proyecto para la terminal valenciana, la naviera subraya que "sería un referente en el ámbito de la sostenibilidad y la innovación, contempla dos terminales con espacios separados, que garantizarían la operativa independiente de los pasajeros de las líneas regulares y los cruceristas". "El acuerdo a largo plazo entre Baleària y Global Ports Holding Plc (GPH) permitirá que GPH aporte su experiencia para gestionar de forma exclusiva la operativa de la nueva terminal de cruceros, y Baleària, la naviera número uno en el puerto de Valencia en volumen de pasajeros, vehículos y carga rodada proporcione el know how de sus más de veinte años operando tráficos regulares, los últimos trece en dicho puerto", han agregado.

El proyecto de ambas firmas consistirá en "una terminal que se autoabastecería en un 100% de electricidad generada por energías renovables (fotovoltaica, eólica, hidrógeno renovable y biocombustible) y que reciclaría el total de residuos generados, en una clara apuesta por la economía circular".

El Consejo Administración de la APV consensuó los requisitos que debe cumplir esta infraestructura, "que están centrados en crear una terminal ecológica, accesible y respetuosa con el valor histórico de los edificios", según recuerda. Por ejemplo, el pliego establece que la terminal esté equipada con suministro eléctrico para que los cruceros se conecten a esta energía o la opción para instalar placas solares en las cubiertas del edificio.

La nueva terminal está destinada a atender al tráfico de cruceros, las líneas regulares con Baleares y Argelia así como tráfico de carga rodada o "ro-ro" (plataformas o vehículos que acceden a los barcos con sus propios medios). Para ello, la nueva terminal debe disponer al menos cuatro atraques; permitiendo al menos uno de ellos el atraque de un crucero de 360 metros de eslora y otro de al menos 250 metros de longitud.

Adolfo Utor, presidente de Baleària. EE

Todos los atraques tienen que estar equipados con acceso a la red de suministro eléctrico para los buques. La terminal debe ser capaz de acoger en una misma jornada dos buques de cruceros, uno en régimen de puerto base y otro en régimen de tránsito, y dos buques tipo ferry / ro-pax.

"Dadas sus características, la nueva terminal garantiza la operativa independiente de los pasajeros de cruceros y los pasajeros de líneas regulares. Asimismo, el pliego contempla un edificio para la recepción de pasajeros provisto de hall de entrada, área para depósito de equipajes, control de seguridad equipado con rayos X y arcos detectores de metales, espacio para aduanas y para los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado", ha agregado la Autoridad Portuaria.

Vista actual del enclave de la futura terminal de pasajeros. EE

Por lo que respecta a los servicios propios de la terminal, el pliego contempla que, como mínimo, proporcione espacio para sanidad, área de espera, pasarelas para el acceso desde el pasillo de embarque al buque y viceversa con cámaras de seguridad, wi-fi, oficina de turismo, zona de aseos públicos, sala de descanso para la tripulación y área de check-in para las líneas de crucero.

Opcionalmente, el concesionario podrá proporcionar otros servicios como oficina para la APV, área para grupos grandes, almacenes, zona VIP, área de restauración, zona comercial, vending, cajeros, zonas de alquiler de vehículos o sala de rezos. El diseño de la terminal deberá garantizar la accesibilidad para las personas de movilidad reducida.

Por lo que respecta al área exterior, la terminal tiene que contar con zona de aparcamiento de corta estancia con al menos 100 plazas, zona de estacionamiento para autobuses y transporte colectivo con al menos 10 plazas, parada de taxis. Asimismo, debe disponer de una zona de espera para pasaje de línea regular internacional para la Operación Paso del Estrecho con 600 plazas de aparcamiento, zona recreativa infantil y zona de restauración y servicios. La nueva terminal contará con dos accesos independientes: el de vehículos pesados que llegarán a través del Acceso Sur y el de vehículos ligeros que entrarán a la terminal por los accesos previstos por la parte ciudadana.

Edificios de valor histórico artístico

La ordenación de la nueva terminal deberá respetar los cuatro elementos del antiguo astillero de Unión Naval de Levante catalogados por la Cátedra Demetrio Ribes como piezas de valor histórico artístico. En concreto, se trata del depósito de agua, la grada de construcción de buques, dos grúas que podrán ser colocadas en otra ubicación y la subnave A de la nave III.

En este último caso, la APV acometerá la rehabilitación de la estructura, fachada y cubiertas de este edificio mientras que el concesionario se ocupará del resto de la reforma para su adecuación al nuevo uso previsto, respetando la arquitectura de la nave y la fachada oeste de la misma. Será un edificio histórico y emblemático de la València marítima que continuará prestando servicio a la ciudad y a la ciudadanía –más de cien años después de su construcción– ahora, con las más modernas tecnologías medioambientales.