Transportes y Turismo

El puerto más grande de Europa se prepara para la guerra con Rusia: "Colaboramos donde podemos"

  • Se están reservando espacios para transportar suministros militares
  • El Puerto de Róterdam pide colaboración a otros puertos con gran espacio
  • Las medidas en Róterdam son parte la preparación bélica en todo el continente

elEconomista.es

Suenan tambores de guerra en Europa. El conflicto entre Rusia y Ucrania se está cronificando, mientras que la geopolítica global parece pasar por uno de los momentos más tensos de la historia reciente. Los miembros de la OTAN han acordado incrementar el gasto militar hasta el 5% del PIB, una cifra históricamente alta en tiempos de paz y que está disparando las cotizaciones de las empresas armamentísticas en bolsa. La amenaza de Rusia es tomada muy en serio por Bruselas y sobre todo por los países que tienen fronteras cercanas con Moscú. Con todo, el Financial Times ha publicado una exclusiva en la que revela que el mayor puerto de Europa se está preparando para la guerra con Rusia.

Con todo, los países de Europa, que llevan décadas disfrutando de una paz que les ha permitido construir el mayor Estado de Bienestar del mundo (lo que no se ha tenido que invertir en defensa se ha podido invertir en sanidad, educación, servicios públicos), se enfrenta ahora a un escenario completamente opuesto y desconocido para varias generaciones. El puerto más grande de Europa se está preparando para un posible conflicto con Rusia, reservando espacio para barcos que transporten suministros militares y planificando dónde desviar la carga en caso de que estalle una guerra. Boudewijn Siemons, director ejecutivo de la Autoridad Portuaria de Róterdam, declaró que se está coordinando con el puerto vecino de Amberes sobre cómo actuar si llegaran vehículos y suministros del Reino Unido, Estados Unidos y Canadá.

"No todos los terminales están preparados para manejar carga militar", asegura Siemons al Financial Times en una entrevista. "Si hubiera que transportar grandes volúmenes de material militar, acudiríamos a Amberes u otros puertos para que asumieran parte de la capacidad, y viceversa. Cada vez nos vemos menos como competidores. Por supuesto, competimos donde tenemos que competir, pero colaboramos donde podemos".

Las medidas en Róterdam forman parte de una ola de preparativos bélicos en todo el continente. La Unión Europea está elaborando un plan de rearme de hasta 800.000 millones de euros mientras intenta volverse más autosuficiente en defensa, en respuesta a las demandas del presidente estadounidense Donald Trump y para disuadir la agresión rusa, mientras la invasión a gran escala de Ucrania por parte de Vladímir Putin entra en su cuarto año.

Países Bajos, junto con sus aliados de la OTAN, se ha comprometido a aumentar el gasto en defensa hasta el 5% del PIB. En mayo, el Ministerio de Defensa neerlandés anunció que Róterdam tendría que proporcionar espacio para manejar múltiples barcos con carga militar, a solicitud de la OTAN.

La transferencia de munición

Siemons explica que uno o más buques estarían atracados en el muelle durante varias semanas, entre cuatro y cinco veces al año, aunque la ubicación podría variar. El terminal de contenedores de Róterdam es el único lugar del puerto donde se puede transferir munición de un barco a otro de forma segura. También se llevarán a cabo ejercicios militares anfibios varias veces al año.

El puerto ya ha manejado armamento en el pasado, con un incremento durante la guerra del Golfo en 2003, pero ni siquiera en el punto álgido de la Guerra Fría llegó a tener un muelle dedicado exclusivamente a eso. Amberes, por su parte, recibe regularmente suministros para las tropas estadounidenses estacionadas en Europa.

El secretario general de la OTAN, Mark Rutte, advirtió en junio que Rusia podría atacar a uno de los miembros de la alianza antes de 2030. Róterdam se extiende a lo largo de 42 kilómetros por el río Mosa en los Países Bajos y maneja aproximadamente 436 millones de toneladas de carga al año, recibiendo 28.000 barcos por mar y 91.000 por vía fluvial desde Alemania y el interior de Europa.

Menos comercio y más armamento y munición

El puerto perdió alrededor del 8% de su comercio, principalmente petróleo, tras las sanciones impuestas por la UE a Rusia. Amberes maneja 240 millones de toneladas anuales, lo que lo convierte en el segundo puerto más grande de la Unión Europea. Siemons añadió que ambos puertos están colaborando para mejorar la autosuficiencia europea. "Nuestros equipos están trabajando cada vez más juntos en varios temas, incluida la resiliencia", afirma. La pandemia del covid-19, que dejó a los países europeos luchando por conseguir equipos de protección y medicamentos, expuso su dependencia de unos pocos proveedores, como China e India.

Siemons también recordó que la drástica reducción del flujo de petróleo ruso tras la invasión de Ucrania fue otra lección importante. Instó a los países europeos a almacenar más suministros esenciales, como ya hacen con el petróleo. La UE exige a sus miembros mantener una reserva estratégica de petróleo para 90 días desde la crisis del petróleo de 1973, cuando los países árabes redujeron la producción para presionar a Occidente durante su conflicto con Israel.

"Deberíamos hacer lo mismo con cosas como el cobre, el litio, el grafito y varios de estos materiales críticos", señala Siemons. "Tenemos esa reserva en petróleo, pero todavía no en gas, aunque, por supuesto, tenemos algunos yacimientos en Europa que pueden cubrir eso. Pero deberíamos mirar un espectro más amplio de resiliencia estratégica, también en farmacéuticos: ¿dónde los almacenamos? ¿Qué tan resiliente es nuestra sociedad? Y eso está cobrando cada vez más importancia a medida que el mundo se vuelve más volátil".

Este experto explica que las áreas cercanas a los puertos, con buenas redes de distribución, serían adecuadas para este tipo de reservas. Parte de la reserva estratégica de petróleo de Países Bajos ya se encuentra en Róterdam. Está previsto que la Unión Europea presente el próximo martes una 'estrategia de acopio' que incluirá suministros médicos, materias primas críticas, equipos energéticos, refugios e incluso alimentos y agua.