Transportes y Turismo

El lujo sin fin: EEUU y Emiratos Árabes Unidos compiten por el hotel más caro del mundo

  • El turismo de lujo representa un 8% del total de visitantes en Las Vegas
  • El precio de la Royal Mansion en Atlantis The Royal Dubái es de 100.000 dólares la noche

Elena Garagui

Para entender el mercado de lujo de hoy en día resulta clave desengranar los aires de ostentación de hace 50 años, cuando la opulencia consistía en gastar los millones en piezas de arte y objetos de cerámica, y en los mejores hoteles se alojaban personalidades de la talla de Ernest Hemingway o Coco Chanel.

El Palms Casino Resort y el Atlantis The Royal Dubai, ubicados en Las Vegas (EEUU) y en Dubái (EAU) respectivamente, llevan años en la pelea del hotel más caro y lujoso del mundo, y compiten con otros grandiosos establecimientos como el hotel Ritz de París, fundado en 1898, el Hotel Plaza de Nueva York (de 1907) y el Hotel Intercontinental en Madrid (de 1953), quizá no en precio, pero sí en opulencia.

El primero de ellos consiguió elevar la ciudad francesa como la capital del gusto refinado; por su parte, el Hotel Plaza reafirmó a NY como el gran centro financiero y de negocios de todo EEUU; y el establecimiento de Madrid supuso la apertura internacional de un país entero. Actores y actrices de Hollywood paseaban constantemente por el Intercontinental, y hasta la suite presidencial 716 hoy es conocida como 'Suite Ava', por la cantidad de veces que la Ava Gardner se alojó en ella.

The Royal Mansion, Atlantis Resorts, Dubái

Un nicho en auge a un ritmo de crecimiento del 7%

Pero en una era donde la ostentación se ha convertido en una forma de arte y la exclusividad es moneda de cambio para los ultra ricos, los hoteles más caros del mundo se erigen no solo como símbolo del lujo extremo, sino como elemento fundamental de un nicho turístico que cada vez aporta más al tejido económico mundial.

Así, y según los datos aportados por Las Vegas Convention and Visitors Authority (LVCVA), el turismo de lujo representa un 8% del total de visitantes de la región, pero contribuye con más del 20% de los ingresos hoteleros, incluyendo los gastos colaterales. De la misma manera, y según el portal web de análisis Statista, los ingresos a nivel mundial del sector de lujo alcanzan ya los 360.000 millones de dólares y se prevé un crecimiento anual hasta 2030 de entre el 5% y el 7%, según informa la compañía Bain & Company. Si bien la consultora Allied Market Research augura que el sector crecerá hasta situarse en los 1,5 billones de dólares globales en 2027.

Palms Casino Resort, Las Vegas

Pero dejando a un lado la riqueza de la decoración o los precios desorbitados por una noche, este tipo de establecimientos turísticos generan un efecto dominó con implicaciones que van mucho más allá del mármol, los diamantes y las vistas panorámicas. Además de que la mayoría ofrecen estancias completas que incluyen experiencias gastronómicas, boutiques de alta gama, espectáculos privados y hasta eventos personalizados personalizadas.

100.000 dólares solo por una noche

En mitad de uno de los mayores territorios desérticos de Estados Unidos, el Desierto de Mojave, se encuentra en Palms Casino Resort, ubicado en la ciudad sin ley de Las Vegas, uno de los alojamientos más caro del planeta, con una tarifa que supera los 100.000 dólares por noche para la habitación más cara: la Empathy Suite

Esta gigantesca habitación cuenta con más de 800 metros cuadrados y cuenta con dos habitaciones principales, una zona de spa y una piscina privada, además cuenta con servicio de mayordomo 24 horas, y una colección de arte contemporáneo valorada en millones de dólares. La condición más importante: se puede reservar con una estancia mínima de dos noches, lo que convierte cada visita en una experiencia de más de 200.000 dólares.

Así, este tipo de oferta va dirigido hacia un nicho muy exclusivo como pueden ser grandes magnates, empresarios y jeques, personalidades con un nivel de status superior al de cualquier millonario.

De la misma manera se presenta Atlantis The Royal Dubái, ubicado en la isla artificial de Pal Jumerirah, y cuya tarifa más cara también asciende a los 100.000 dólares, que corresponde a la Royal Mansion: una habitación de 4 dormitorios repartidos en do plantas con una piscina infinita privada y un jardín con olivos centenarios.

No obstante, el el establecimiento oferta habitaciones mucho más asequibles desde los 1.200 dólares o incluso algo menos, dependiendo de la temporada. Su construcción supuso una inversión de unos 1.400 millones de dólares y se trata de uno de los pocos hoteles del mundo calificado con 7 estrellas

De publicidad a marketing urbano

El turismo de lujo es un segmento en crecimiento. La visibilidad que ganan las ciudades al albergar el "hotel más caro del mundo" también repercute en términos de marketing urbano. Las Vegas, tradicionalmente vista como destino de entretenimiento popular, se ha reposicionado parcialmente hacia el turismo experiencial y exclusivo gracias a inversiones como la del Palms Casino Resort.

En comparación, la Empathy Suite representa un salto conceptual: es una experiencia artística, un producto diseñado no para generar volumen, sino "para ser viral y exclusivo", según la web del establecimiento hotelero. Su rentabilidad no se mide en ocupación, sino en influencia: "aparecer en portadas de revistas, vídeos de youtubers de élite, y redes sociales de alto impacto."

Esto ha llevado a un fenómeno de imitación en otras partes del mundo. En Dubái, por ejemplo, el pionero de los hoteles de lujo fue el impresionante Jumeirah Burj Al Arab, con sus habitaciones a partir de 2.000 dólares la noche y suites reales que rondan los 25.000, durante años representando el emblema del lujo árabe. Su influencia va más allá del turismo: elevó el valor del metro cuadrado en su entorno inmediato y atrajo desarrollos inmobiliarios millonarios.