Transportes y Turismo

Renfe cancela el estreno de sus trenes Barcelona-Toulouse y deja en el aire su expansión en Francia

Tren de la serie 100 de Renfe, que opera las conexiones con Francia. / Foto: Cesare Sapienza

Víctor de Elena

Renfe aplaza indefinidamente el estreno de su ruta ferroviaria Barcelona-Toulouse, cuya entrada en servicio estaba prevista para el segundo trimestre de este año y que iba a suponer la tercera conexión internacional entre España y Francia tras las ya operativas hacia Lyon y Marsella.

Así lo ha dado a conocer la compañía en un comunicado remitido a los medios franceses, donde justifica su decisión por "las dificultades y retrasos sucesivos que está sufriendo el despliegue de su oferta de servicios de alta velocidad" en el país vecino.

Renfe anunció en octubre del año pasado la puesta en marcha de este AVE internacional, y en diciembre logró el certificado de seguridad para llevar a cabo este servicio ante la Agencia Ferroviaria Europea (EUAR). Este tren, que dispondría de una frecuencia de ida y otra de vuelta cada día durante la primavera y el verano, hasta mediados de septiembre. Tenía previsto realizar parada en Girona, Figueres Vilafant, Perpiñán y Carcasona y el trayecto se iba a realizar en unas 3 horas y 30 minutos.

La condición de Toulouse como cuarta ciudad más poblada de Francia, además de su papel como centro industrial y destino turístico, eran algunos de los motivos que llevaron a la empresa pública española a impulsar esta nueva ruta, que operaría en exclusiva en el ferrocarril, pero que iba a contar con la competencia directa de la aerolínea Vueling, que precisamente anunció un aumento de sus vuelos diarios entre ambas ciudades el pasado año.

Estos problemas están vinculados a las fuertes exigencias de las autoridades reguladoras, que obligan a homologar los trenes y las operaciones en cada una de las líneas y trazados por los que se pretende operar; así como por las dificultades para homologar los trenes Avril, que componen la serie 106 de la operadora, en las vías francesas.

Al retraso en su entrega, de más de dos años y que dio lugar a la aplicación de una penalización por valor de 116 millones de euros a Talgo, se han sumado problemas en el proceso de testeo necesario para que los vehículos ferroviarios construidos por el fabricante español puedan circular cumpliendo con la normativa exigente en el país.

En paralelo, la operadora pública ha abierto "un proceso de análisis y reflexión sobre su estrategia global" en Francia, dada la imposibilidad de operar en el corto plazo en la ruta Lyon-París, el principal corredor de alta velocidad galo y que era el objetivo del anterior presidente de la compañía, Raül Blanco, para impulsar el negocio internacional de Renfe.

Ese proceso de reflexión contempla decidir qué hacer con las actuales rutas Madrid-Marsella y Barcelona-Lyon, esta segunda ruta en competencia con su homólogo galo SNCF. A principios de febrero, Renfe alcanzó el millón de viajeros transportados en ambos servicios AVE internacionales, tras haber consolidado cierta demanda en los trayectos Lyon-Barcelona, Barcelona-Montpellier y Lyon-Montpellier. Todos los servicios en suelo galo tienen parada en Montpellier, Nimes, Narbona y Perpiñán; y los AVE a Lyon también conectan con las localidades de Aviñón y Aix-en-Provence.

En octubre de 2023, Blanco anunció la intención de operar dos conexiones transfronterizas entre España y Francia en 2024: la mencionada ruta entre Cataluña y la capital de Occitania, y una segunda para unir el País Vasco con la región de Nueva Aquitania, creando una ruta entre San Sebastián, Hendaya y Bayona. La idea del anterior dirigente pasaba por convertir a Renfe "en un operador de referencia en el mercado francés". Ninguna de las dos llegaron a convertirse en realidad en ese plazo.

Tras su salida, la compañía ahora dirigida por Álvaro Fernández Heredia ha virado sus planes en busca de una mayor una pretensión por impulsar los servicios domésticos, especialmente en los núcleos de Cercanías.