Transportes y Turismo

BBK reafirma su presencia en el capital de CAF y toma un 3% de su capital

Tren fabricado por CAF en su fábrica de Beasain. / Foto: Karlos Corbella

elEconomista.es

La fundación BBK, heredera de la antigua caja de ahorros de Vizcaya y accionista de Kutxabank, comunicó al mercado la toma de una participación directa en CAF (Construcciones y Auxiliar de Ferrocarriles) correspondiente a un 3% del capital, reforzando así su apuesta por el fabricante de trenes. BBK ya era accionista a través del banco Kutxabank, del que es accionista mayoritario, que mantendrá una participación del 10,231%.

Los registros de Kutxabank en el fabricante de trenes con sede en Beasain (Guipúzcoa) se remontan a 2008, cuando contaba con el 5,8% del capital. En 2016 llegó a alcanzar el 19%, porcentaje que redujo al 14% en 2017.

Dado que la fundación BBK es máximo accionista de Kutxabank, de la cual ostenta un 57%, a la participación directa del 3% que ostenta hay que sumar la indirecta que tiene a través de la entidad financiera, cifrada en un 10,231%, lo que eleva sus derechos de voto totales hasta el 13,231%.

Cartera Social, que agrupa a los trabajadores del grupo con acciones, es el principal accionista de CAF, con el 25% del capital, seguida del 10,231% de Kutxabank, del 5% de Indumenta Pueri (propiedad de Daniel Bravo Andreu, dueño de la marca de moda infantil Mayoral) y del 3% de BBK y otro 3% del Gobierno Vasco, que ostenta su posición a través del fondo Finkatuz.

Interés por entrar en Talgo

Precisamente el Ejecutivo de Imanol Pradales ha mostrado su disposición por hacer un movimiento similar al de CAF y formar parte del nuevo accionariado de Talgo que se constituya tras la salida del fondo Trilantic, si este finalmente acuerda la venta de su paquete accionarial al grupo siderúrgico Sidenor.

A Sidenor y Finkatuz se ha sumado la Fundación Vital, homólogo de BBK en Vitoria. Desde el Gobierno Vasco también se continúan buscando nuevos pretendientes que acompañen la operación y se ha tanteado a otros actores como las fundaciones vizcaína BBK y guipuzcoana Kutxa, con vistas a reforzar el perfil financiero de los ofertantes.