Renfe sube a Arcelor la tarifa de sus trenes de mercancías tras perder un millón de euros al mes

Renfe Mercancías, filial mercante de la operadora ferroviaria pública, ha sellado la paz con la siderúrgica ArcelorMittal tras más de un mes de tensas conversaciones para renegociar el contrato que vinculaba a ambas partes para transportar material desde las acerías de Asturias hasta distintos puntos de la península, como Sagunto, Bilbao, Irún o Portugal, entre otros.

Según ha podido conocer este medio, Renfe perdía casi un millón de euros al mes al no poder trasladar a su cliente el aumento de costes vinculados al servicio, lo que llegó a provocar un déficit sustancial próximo a un millón de euros al año. Hasta ahora se había mantenido estable la tarifa a la compañía luxemburguesa, mayor metalúrgica del planeta.

A la imposibilidad de ajustar la tarifa aplicada al coste real del servicio, se suma la afección que generaba la caída en la producción de las fábricas que ArcelorMittal tiene en Gijón y Avilés. También la baja rotación de los vagones, que se pasaban varios días en las plantas que posee la siderúrgica, lo que daba lugar a una muy baja rotación del material en manos de Renfe.

La cotizada, además, adquirió nuevos vagones años atrás, ha intensificado su uso y traspasó su tracción al principal competidor de Renfe, la gala Captrain (filial de SNCF). Esto afectó al volumen de actividad que tenía asignada la empresa pública, sin que Arcelor ofreciera una transición de estos tráficos. Por tanto, Renfe movía trenes cada vez con menos material, y en ocasiones iban incluso vacíos, al tener que cumplir con servicios incluidos en el contrato original pero sin carga.

Fuentes de ArcelorMittal reconocen a elEconomista.es que las divergencias estaban en el hecho de que el servicio "no era suficiente", lo que provocó que se paralizaran los tráficos mercantes hasta sus instalaciones, sin que llegase a afectar a la producción. Desde la cotizada confían en que el nuevo contrato permita restablecer la normalidad.

No opinaban lo mismo en la compañía presidida por Raül Blanco, desde donde deslizan que el servicio existente ofrecía una rentabilidad escasa que había quedado hecha añicos hace ya tiempo dadas las exigencias de la siderúrgica y la caída del negocio. Todo ello habría provocado un déficit de explotación que Renfe cifra en 11 millones de euros, un valor imposible de cubrir con los ingresos que reporta anualmente ArcelorMittal a sus cuentas.

Renfe asegura que intentaron renegociar las condiciones desde mayo sin mucho éxito, tratando de convencer a su cliente de fijar volúmenes mínimos para minimizar la caída de producción por ajustes de demanda o cierres de altos hornos, sin que fueran aceptados.

La situación llegó hasta el punto de alertar a ArcelorMittal de la posibilidad de que, si se perpetuaba este déficit, podía ser interpretado por la Intervención General de la Administración (IGAE) como una ayuda de Estado, al ofrecer a pérdidas un servicio público de manera recurrente.

Pese a ello, ArcelorMittal no aceptó la subida de precios hasta que la operadora ferroviaria se plantó y paralizó el tránsito de trenes, deteniendo los tráficos durante algo más de un mes hasta que se ha firmado el nuevo acuerdo. En 2023, Renfe transportó 825.491 toneladas para ArcelorMittal, de las cuales el 92,8% se movieron en trenes de tracción eléctrica y 'cero emisiones'.

36,09 millones

Perdió Renfe Mercancías en el ejercicio 2023, mejorando levemente los 38,4 millones de 'números rojos' anotados un año antes. La filial mercante de la operadora pública facturó un 9,5% menos que el año previo tras la pérdida de tráficos y caída de toneladas transportadas (-19,4%); así como por la subida de costes, principalmente laborales. Los tráficos siderúrgicos reportaron unos ingresos de 14,19 millones de euros.