El tren accidentado en Madrid recorrió cuatro kilómetros sin frenos y acabó chocando contra el túnel
- El informe preliminar del comité de investigación confirma que fue desviado para tratar de frenarlo
- Tras descarrilar, se desplazó más de 100 metros por los muros debido a la gran velocidad acumulada
- Renfe defiende su gestión durante la crisis desatada por el descarrilamiento del tren
Víctor de Elena
El Ministerio de Transportes ha hecho públicos los primeros datos oficiales del accidente ferroviario que tuvo lugar el pasado sábado en Madrid, cuando un tren de Renfe que estaba siendo trasladado hasta los talleres de Fuencarral se desenganchó de su unidad motriz y circuló sin frenos por el túnel de alta velocidad que une Chamartín y Atocha hasta acabar descarrilando y volcando. El expediente 108/2024 etiqueta al suceso como un "descarrilamiento" sucedido a las 16:20 horas en el punto kilométrico 6+900 de la línea ferroviaria que une Madrid Chamartín con Valencia Joaquín Sorolla, en las proximidades del puesto de banalización "Jardín Botánico".
La Comisión de Investigación de Accidentes Ferroviarios, órgano encargado de analizar este tipo de incidentes, publicó este viernes la versión preliminar del suceso a la espera de concretar todos los aspectos del accidente, que ha sido catalogado como "grave" por el organismo debido a "la cuantía de los daños producidos y su efecto en la gestión de la seguridad".
Es un rango inferior al máximo ("muy grave") por la ausencia de fallecidos ni heridos. La tripulación del tren afectado estaba formada por un maquinista y dos técnicos de mantenimiento. Estos dos últimos, que iban en el tren accidentado, "pudieron escapar sanos y salvos después de que éste se detuviera".
Según el informe preliminar del comité, el tren 97015 partió de La Sagra con destino a los talleres de Fuencarral con dos trenes de la serie 114 de Renfe acoplados entre sí, donde "la primera unidad iba remolcando a la segunda, que estaba averiada". El tren circulaba por el mencionado túnel, "pero a la entrada de la estación de Chamartín la unidad de cabeza (remolcadora) sufrió un fallo de tracción que le impidió subir la rampa de entrada a la estación (de unas 30 milésimas)".
Fue entonces cuando, "para superar la rampa, el maquinista y el puesto de mando acordaron que el tren retrocediese para tomar impulso desde un tramo más llano". Mientras se preparaba esta maniobra, la unidad de tren averiada (la remolcada) se soltó de su enganche y comenzó a derivar túnel abajo sin frenos, sin batería y con los dos técnicos a bordo.
La CIAF reconoce que el tren circuló "más de cuatro kilómetros de deriva por el túnel", cuyas pendientes de entre 12 y 30 milésimas provocaron que la unidad se desplazara por el mero efecto de la gravedad. Esto hizo que llegase "a gran velocidad al puesto de banalización de Jardín Botánico", momento en que, según el ministro de Transportes, Óscar Puente, un técnico del puesto de mando de Adif decidió mover el cambio de agujas para desviar el tren desde la vía 1 a la 2, este último hecho confirmado por la propia comisión.
Pero eso no detuvo por completo al tren, ya que "en la siguiente curva tras el cambio de vía, la unidad descarriló y se salió por la tangente, chocando contra el muro del túnel". Esto provocó que los tres primeros coches de la unidad volcasen, mientras que el cuarto logró permanecer en posición vertical, aunque descarrilado. "Tras deslizarse una cierta distancia perdiendo velocidad, la unidad se detuvo aproximadamente en el punto kilométrico 7,000", expresa el informe.
La versión oficial reconoce que este accidente ha provocado "daños serios, tanto en la unidad accidentada como en la infraestructura del túnel". De hecho, la unidad permanece estacionada en el mismo lugar, sin que Adif ni Renfe hayan comunicado aún la fecha prevista para sacarlo de allí por la falta de gálibo y espacio necesario para maniobrar con él.