Respiro en las cadenas de suministro: los estibadores de EEUU desconvocan la huelga portuaria hasta enero

La nueva amenaza que se cernía sobre las cadenas de suministro mundiales, muy golpeadas desde el covid por los rigores de la pandemia y por las tensiones geopolíticas después, ha quedado disipada momentáneamente. Los estibadores de los puertos de la Costa Este y la Costa del Golfo de EEUU han acordado en las últimas horas reanudar el movimiento de mercancías mientras continúan negociando un nuevo convenio colectivo con sus empleadores.

La Asociación Internacional de Estibadores (ILA por sus siglas en inglés) ha acordado prorrogar el contrato hasta el 15 de enero y el trabajo se reanudará este viernes, según informó el sindicato en un comunicado el jueves. "La huelga ha terminado", dijo el presidente del Local 333 de la ILA, Scott Cowan, a la filial de la CBS en Baltimore, precisando que los estibadores volverán al trabajo el viernes por la mañana para cargar y descargar mercancías después de tres días de paro laboral.

Cowan dijo que el sindicato ha aceptado una oferta que aumentaría los salarios un 61,5% en el nuevo contrato de seis años, "y vamos a tener otro lenguaje para protegernos de la automatización trabajado en los próximos meses y otras cuestiones que necesitamos resolver". Las pretensiones del sindicato se iban hasta un 77%.

Los puertos de contenedores de Houston a Miami y de ahí hasta Boston han permanecido cerrados desde que expiró el martes el contrato laboral entre la ILA y la US Maritime Alliance, que representa a operadores de terminales y navieras. En los últimos días, decenas de buques cargados de contenedores y automóviles han fondeado frente a las costas de importantes hubs comerciales como Nueva York, Carolina del Sur y Virginia. Según los analistas, es probable que la carga acumulada durante los tres días de cierre de los puertos tarde 12 días en despejarse.

El jueves no estaba claro si las terminales -que tuvieron que cerrar completamente sus operaciones antes de la huelga- abrirían este fin de semana para ayudar a eliminar el retraso. La empresa APM Terminals en Mobile, Alabama, dijo en un aviso a los clientes que reanudaría sus operaciones a las 7:00 de la mañana hora local del viernes, aunque "las horas de fin de semana no se han decidido en este momento".

El presidente Joe Biden, que había presionado a la patronal portuaria y a las navieras para que llegaran a un acuerdo con los trabajadores portuarios en huelga, ha elogiado a ambas partes y ha vinculado los cierres portuarios a los esfuerzos de recuperación tras el huracán. "Una huelga portuaria con la consiguiente escasez de bienes para los hogares no es algo que la Casa Blanca quiera ver un mes antes de las elecciones, y el presidente Biden ha presionado mucho para que las navieras y los propietarios de los puertos lleguen a un acuerdo con el sindicato (casi a cualquier precio, por lo que parece)", han valorado los analistas de SEB. "A sólo cinco semanas de unas elecciones presidenciales en las que la inflación y los precios de los bienes de consumo serán temas clave, esta huelga es especialmente delicada", coincide Kaspar Köchli, economista de Julius Baer.

"Quiero dar las gracias a los trabajadores sindicados, a los transportistas y a los operadores portuarios por actuar patrióticamente para reabrir nuestros puertos y garantizar la disponibilidad de suministros críticos para la recuperación y reconstrucción tras el huracán Helene", dijo Biden en un comunicado el jueves tras el anuncio del acuerdo. "La negociación colectiva funciona". Los grupos del sector llevan dando la voz de alarma desde junio, cuando la ILA suspendió las negociaciones con la US Maritime Alliance, y han pedido a Biden que intervenga para poner fin a la huelga.

La Federación Nacional de Minoristas ha aplaudido la decisión de reabrir los puertos mientras continúan las negociaciones, y ha afirmado que "es de vital importancia" que las dos partes firmen un acuerdo definitivo antes de la nueva fecha límite para evitar que se repita la situación del 15 de enero. "Cuanto antes lleguen a un acuerdo, mejor", ha dicho en un comunicado el director ejecutivo, Matthew Shay.

¿Exceso de alarmismo económico?

En términos macroeconómicos, la preocupación es que una huelga importante en los puertos perturbe las cadenas de suministro y ejerza una presión al alza sobre los precios de los bienes, justo cuando la Reserva Federal finalmente ha declarado su victoria contra la inflación. Casi un tercio de todas las importaciones de bienes ingresan a los EEUU a través de los puertos afectados y el costo del envío de carga a la Costa Este ya ha aumentado marcadamente este año, señalan desde Capital Economics. Lo cierto es que los puertos de la Costa Este gestionan aproximadamente la mitad de la carga marítima del país, lo que incluye el 14% de las exportaciones agrícolas marítimas y más de la mitad de las importaciones estadounidenses

Sin embargo, desde la misma casa de análisis creen que estos temores en torno a las posibles repercusiones económicas eran exagerados: "Las frecuentes perturbaciones de las cadenas de suministro en los últimos años han hecho que los productores sean más conscientes de los riesgos de tener inventarios bajos".

"Pese al alarmismo de algunos medios de comunicación, es poco probable que la huelga de estibadores tenga graves repercusiones económicas o provoque un aumento de la inflación similar al de 2021-2022. Las estimaciones sugieren que la economía podría perder entre 4.000 y 8.000 millones de dólares de actividad económica cada semana de duración de la huelga. La última cifra del PIB estadounidense fue de 29 billones de dólares anuales. Suponiendo que la previsión sea de 8.000 millones, cada semana que durase la huelga portuaria el PIB disminuirá un 0,027%. Incluso si la huelga portuaria durara un trimestre entero, solo recortará un tercio del PIB. Téngase en cuenta que, en su mayor parte, la actividad económica no se pierde debido a la huelga; sólo se retras", apuntan los analistas de Real Investment Advice (RIA).