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Ni El Hornillo ni Mombeltrán: este es uno de los pueblos más bonitos de Ávila por sus piscinas naturales y sus curiosas esculturas

Guisando /Foto: Wikipedia

elEconomista.es

En España hay rincones únicos con mucho carácter que bien merecen una visita. Es el caso de este pequeño pueblo que destaca por sus conjunto escultórico vetón cuyo origen data entre los siglos IV y III a. C. que lo ha llevado a ser considerado como un conjunto histórico artístico.

Ubicado en la provincia de Ávila, en pleno corazón de Valle del Tiétar, ladera sudeste, se encuentra Guisando. Este pequeño y encantador municipio es conocido por su espectacular entorno natural y su arquitectura típica de montaña, con casas de piedra y balcones de madera que se integran en el paisaje. Además, forma parte de la comarca del Valle del Tiétar, una zona rica en vegetación y vida silvestre, que ofrece un refugio de tranquilidad para aquellos que buscan escapar del bullicio urbano.

El entorno natural de Guisando es uno de sus mayores atractivos. El pueblo se encuentra a las puertas del Parque Regional de la Sierra de Gredos, lo que lo convierte en un destino ideal para los amantes del senderismo y el montañismo. Entre sus puntos más destacados se encuentran los picos agrestes de la sierra, los frondosos bosques de pinos y robles, y los frescos arroyos y ríos que serpentean por el valle. Las rutas de senderismo ofrecen así una vista panorámica espectacular de este rincón en plena naturaleza.

Uno de los sitios más icónicos cerca de Guisando son los Galayos, un conjunto de afilados picos graníticos que atraen a escaladores y montañeros experimentados por su dificultad técnica y su belleza. Aquí el Alto del Mirador ofrece vistas impresionantes del valle y de la sierra, siendo un lugar perfecto para disfrutar de un atardecer o simplemente contemplar la escena.

Riscos de los Galayos /Foto: iStock

El casco histórico de Guisando está compuesto por calles estrechas y empedradas, donde se respira la tranquilidad de un pueblo que ha mantenido sus tradiciones a lo largo del tiempo. Las casas, construidas principalmente de piedra y madera, cuentan con tejados inclinados, adaptándose al clima de montaña. En Este punto de la sierra se ha mantenido la tradición artesanal, especialmente la dedicada en objetos de mimbre.

Otro de los lugares más míticos de esta localidad son sus famosos Toros de Guisando, cuyo origen data entre los siglos IV y III a.C, pero esta fecha no se puede concretar a ciencia cierta. Este conjunto escultórico está compuesto por cuatro figuras de gran tamaño. Se cree que estos verracos podían tener un propósito ganadero para proteger a los animales o como simple símbolo de la importancia de la ganadería en la sociedad vetona.

Toros de Guisando /Foto: Dreamstime

Además de su valor arqueológico, los Toros de Guisando tienen una gran relevancia histórica. En este mismo lugar, el 18 de septiembre de 1468, se firmó el Tratado de los Toros de Guisando entre el rey Enrique IV de Castilla y su hermana Isabel, que más tarde sería conocida como Isabel la Católica. En este tratado, Isabel fue reconocida como heredera al trono de Castilla.

Cómo llegar a Guisando

Para llegar a Guisando desde Madrid en coche, se debe tomar la A-5 (Autovía del Suroeste) en dirección a Talavera de la Reina. Desde allí, se continúa por la N-502 hacia Arenas de San Pedro, y luego se sigue por la AV-924, que conduce directamente a Guisando. El viaje dura aproximadamente dos horas y media, atravesando paisajes variados que van desde las llanuras hasta las montañas de la Sierra de Gredos.