José Manuel Vassallo: "La carretera es el modo de transporte que más paga por su alta fiscalidad específica"

José Manuel Vassallo, catedrático de la UPM e investigador del Centro de Investigación del Transporte (TRANSyT), presentó durante el VI Foro Corell "Transición energética y realidad industrial", organizado por elEleconomista.es y la Fundación Corell, el estudio "Balance económico, fiscal, social y medioambiental del sector transporte en España".

El proyecto analizó y comparó la aportación económica de los diferentes modos de transporte frente a sus costes no internalizados, como las infraestructuras o los costes externos, como el CO2. Vassallo recordó que en Europa existe un incremento muy grande en la valoración de las externalidades. "Y en un entorno en el que las externalidades cada vez cuestan más, es más difícil internalizar", añadió.

"Si comparamos lo que pagan los distintos modos de transporte frente a las inversiones y el coste de mantenimiento, apreciamos que, debido a una disminución de los gastos, el sector transporte cada vez aporta más", señaló Vassallo.

La carretera es el modo de transporte que más paga debido a su alta fiscalidad específica. "No se puede decir que internalice menos que otros modos", apostilló Vassallo. "Es verdad que la carretera tiene externalidades muy altas, pero hay que tener en cuenta que también es el modo que más recauda con respecto a los otros".

El catedrático e investigador subrayó en especial las emisiones de CO2. Establecido un precio sombra por emisión de tonelada de dióxido de carbono en 109 euros, el transporte por carretera prevalece en ese entorno como el mayor emisor (80.608 kilotoneladas) frente al marítimo (27.188) o el aéreo (10.589).

Todos estos parámetros han descendido con respecto al penúltimo estudio europeo de 2012, en especial el ferrocarril (de 1.566 a 273, un descenso del 82%), y el transporte por aire (de 16.618 a 10.589, –36%).

Más allá de la fiscalidad general, común a todas las formas de transporte, la fiscalidad de carretera engloba el impuesto especial sobre hidrocarburos (IEH), con el que se recaudaron 10.922 millones de euros totales en 2021, especialmente en el transporte interurbano (más de 7.000 millones); o el correspondiente a vehículos de tracción mecánica (IVTM), que recaudó 2.013 millones de euros totales en 2021 en el transporte de mercancías. El impuesto sobre determinados medios de transporte (IEDMT), aplicable tan solo a vehículos ligeros, recaudó en ese mismo año 544 millones de euros.

También contribuyeron diversas tasas, como el de la ITV (1.297 millones de euros), los peajes (1.253 millones, ente vehículos ligeros y pesados) o la revisión del tacógrafo (22 millones).

Por otro lado, el ferrocarril soporta el impuesto especial sobre electricidad (IEE) y diversas tasas y cánones (recaudó 992 millones de euros totales en 2021); el transporte marítimo, tasas portuarias como la tasa de ocupación, de actividad, de utilización y de ayudas a la navegación (946 millones totales). Y el modo aéreo, por su parte, tasas de seguridad aéreas, aeroportuarias, de navegación aérea (de ruta y de aproximación) o derechos de emisión de CO2 (que alcanzó hace 3 años los 2.634 millones de euros de recolección).

El modo por carretera es también el modo de transporte que ha recibido mayor inversión en infraestructura (CAPEX y OPEX) entre 2005 y 2021: cerró ese ejercicio con 4.110 millones de euros. El ferrocarril concluyó 2021 con 2.838 millones, seguido por el aéreo (954 millones) y el marítimo (493).

El catedrático señaló durante su intervención la importancia de otros aspectos, como la localización de las subvenciones, que se concentran en el transporte de viajeros urbano y metropolitano, sobre todo en el ferrocarril. O el hecho de que las aportaciones de los modos cubren sin problemas sus costes de infraestructura.

Además, el incremento del precio sombra de las externalidades en la Unión Europea (UE) provoca que los modos de transporte no cubran la totalidad de sus costes externos. "Esto no viene tanto porque se recaude menos, sino porque la Comisión Europea aprecia que la contaminación tiene una mayor desutilidad social: las externalidades tienen un mayor precio", concluyó Vassallo.