Mad Cool Festival buscará superar los 50 millones de impacto económico en Madrid en su nueva edición

El festival madrileño Mad Cool, una de las grandes citas de la música en directo en España, defiende su aportación a la economía madrileña como forma de reivindicar la presencia de este tipo de eventos en la agenda cultural de la capital.

La organización del evento encargó a la consultora Metyis un informe que midiera su impacto en el área metropolitana de la capital. Sus conclusiones refrendan el papel dinamizador de la música en directo, una industria que también beneficia al comercio, la hostelería o las actividades profesionales, que concentran el 60% del gasto total.

En concreto, Mad Cool 2023 generó un impacto económico de 37 millones de euros en el municipio de Madrid, y otros 9,2 millones en los municipios de su área metropolitana, lo que eleva su aportación total por encima de los 46 millones de euros. Este impacto se divide en un 29% directo y otro 71% indirecto e inducido a través del consumo de los asistentes y la contratación de proveedores por la organización.

En su pasada edición, Mad Cool cambió de recinto y pasó de Valdebebas, en el norte, a la sureña Villaverde. Sus más de 185.000 metros cuadrados de superficie, sobre los cuales se dispusieron hasta ocho escenarios, recibieron el apoyo de una compañía energética para nombrarlo como "Espacio Iberdrola Music". En total, más de 200.000 personas se dieron cita con grandes estrellas y grupos como Mumford & Sons, Robbie Williams, Red Hot Chili Peppers, Sam Smith o The Prodigy.

Buena parte del desempeño económico mostrado tiene su origen en el importante presupuesto del festival, que el pasado año ascendió a 25,6 millones de euros, uno de los mayores del panorama nacional. Para hacerse a la idea del crecimiento del festival Mad Cool tan sólo hay que compararlo con su primera edición, donde las cuentas destinadas a organizar al evento fueron prácticamente un tercio de las actuales.

El asistente extranjero, el que más gasta

Al volumen económico movido directamente por el festival hay que sumar la aportación económica que generan sus asistentes, donde más de un tercio de los mismos (36%) procedieron del extranjero. En concreto, y según el estudio, los asistentes contribuyeron con un gasto que superó los 24 millones de euros. Una quinta parte del mismo, 4,7 millones, fue acometido por el público internacional, que suele contar con un mayor presupuesto para este tipo de experiencias.

En términos de empleo, el festival generó un total de 6.763 puestos de trabajo, entre directos e indirectos, en el mes que abarca su preparación, desarrollo y desmontaje. Sólo el festival fue responsable de más de 2.000 empleos directos, mientras que los restantes fueron indirectos, derivados de la participación de proveedores en la cadena de montaje.

Para su ejecución, el Mad Cool Festival contó con un marcado apoyo institucional por parte de la Comunidad de Madrid -que aportó un patrocinio de 900.000 euros-; el Ayuntamiento de Madrid, que ofreció 200.000 euros (antiguamente su subvención superó el millón) y el Estado, que aporta una pequeña cuantía de unos 10.000 euros por fomento de la cultura musical.

Aunque desde la organización destacan la necesidad de este tipo de patrocinios para hacer viable la operación de este tipo de eventos, también reseñan que por cada euro aportado por las arcas públicas se retornaron 51,6 a la economía de la capital. Javier Arnáiz, director del festival, esgrime que el "turismo de festivales está en auge y genera mucho valor a Madrid", una ciudad que, además, "vende tickets porque está de moda".

Además, el consumo de los asistentes y la venta de productos y servicios se tradujo en un impacto fiscal que superó los 16,3 millones de euros entre las fases de planificación y desarrollo. 5,9 millones se recaudaron en concepto de IVA; 7,2 millones del IRPF y cotizaciones sociales; 2,9 millones de retenciones practicadas y otros 0,3 millones en tasas.

Mejoras para la edición 2024

La pasada edición del Mad Cool Festival y el concierto de Harry Styles —celebrados ambos en el recinto Iberdrola Music— tuvieron como protagonistas a las polémicas por las largas colas en los accesos o las dificultades para llegar y retornar en transporte público de madrugada. Para resolverlo, la organización del Mad Cool ha previsto un refuerzo en sus dispositivos de seguridad y movilidad que, al mismo tiempo, acaben con las quejas vecinales que se produjeron por el ruido que generan los conciertos.

De hecho, el propio Arnáiz defiende que la edición 2024 servirá de prueba para testear una nueva configuración en el recinto que sea del agrado de asistentes y vecinos, además de atraer a nuevos conciertos a partir del próximo año. Entre las novedades del evento, además de artistas como Dua Lipa, Pearl Jam, Sum 41 o Avril Lavigne, se encuentra una reducción del aforo de 70.000 a 58.000 asistentes, y de los escenarios, de ocho a seis, para minimizar el impacto acústico.

También se ampliarán los accesos, de una a tres zonas de entrada; aumentará el personal de información en el exterior en más de 100 personas y se mejorará el plan de transporte, con la incorporación de trenes de Cercanías entre Atocha y Villaverde Alto que apoyarán la oferta de Metro, autobuses lanzadera, taxis y VTC hasta las cuatro de la madrugada, al finalizar los conciertos.