Fifteen se lanza a la conquista de las bicis públicas de toda España
- La operadora del sistema de bicicletas de París pone el ojo en el mercado español, una vez ha logrado alcanzar cierto nivel de maduración tras una década de consolidación.
Víctor de Elena
Madrid,
La compañía francesa Fifteen, encargada de desarrollar y gestionar sistemas de bicicleta pública por todo el mundo, pone sus ojos en España para crecer. Con más de 16 años de trayectoria, destaca por ser la encargada de las bicicletas públicas de París, ciudad en la que están presentes desde 2018 y que ha contribuido a revolucionar la movilidad de la capital francesa, inmersa en un proceso de cambio de sus hábitos de transporte. En nuestro país están presentes en Gijón, urbe que les está sirviendo para testear su modelo de negocio.
A pesar de que el mercado en España está consolidado, Fifteen se ha fijado como objetivo crecer en el mercado ibérico al considerar que existen necesidades por cubrir. "Tenemos alternativas de tecnología sólida y viable para todo tipo de ciudades", comenta Artur Munne, responsable de Negocio en España de la compañía. Sus planes contemplan entrar en hasta 15 ciudades españolas en 2024 y 2025.
Para lograrlo, entrarán a concursar en todas aquellas licitaciones de sistemas de bicicleta pública que salgan, especialmente las dos más grandes que se espera que se abran a concurrencia en los próximos meses: Zaragoza y Bilbao. La capital aragonesa ha previsto disponer hasta 2.500 bicicletas de uso público, mientras que la ciudad vasca renovará su flota actual con unas 1.000 unidades.
Hasta el momento, su operativa en Gijón y sus planes de negocio les han llevado a sumar una plantilla de 150 empleados en España, de los cuales 100 son desarrolladores, dado el importante foco que han puesto sobre los aspectos tecnológicos de la operativa. A nivel mundial, cuentan con 50.000 bicicletas repartidas por el mundo, disponibles en 30 ciudades.
La implementación de los servicios de bicicleta pública en España ha tenido un alto componente político, al estar ligados, desde sus inicios, a la iniciativa de la administración de turno y a su interés por fomentar la movilidad sostenible. A ese respecto, Munne señala que "el objetivo de la empresa pasa por estar instalados en el mayor de los segmentos y que cualquier tipo de ciudad, ya sea grande, mediana o pequeña, tenga un servicio de bicicleta pública".
Un modelo distinto al de sus competidores
Al igual que el sector, Fifteen ha evolucionado su propuesta de negocio a lo largo de estas dos décadas activos. Frente al modelo original, en el que las bicicletas eran mecánicas, no estaban conectadas entre sí y el sistema de cada ciudad era independiente, su propuesta de valor actual contempla un modelo totalmente integrado: la compañía se encarga de la fabricación de la bicicleta, de la estación de carga y del software asociado, siendo este último buena parte de su negocio.
"No era un sistema autónomo al cual llegas, te bajas y sacas la bici, sino que muchas veces tenías que ir a una oficina a registrarte o que te dieran una tarjeta. Eso afectaba al acceso, haciéndolo menos sencillo para el usuario", explica.
El modelo de Fifteen se basa en dos tipos de tecnologías distintas. Por un lado, está la que denominan 'compacta', donde las estaciones ocupan muy poco espacio, son fáciles de instalar y, en términos de adquisición y coste, es mucho más eficiente, ya que cualquier modificación del sistema o redimensionamiento del mismo es mucho más fácil de llevar a cabo. Las bicicletas quedan imantadas las unas a las otras en un punto de anclaje situado en el suelo, garantizando que no pueda ser extraída, incluso si se tira con fuerza.
Esta propuesta es especialmente atractiva para ciudades medianas y pequeñas, eliminando los temores de la administración y garantizando que el proyecto pueda ser viable, frente a los sonados fracasos de hace una década: "Es una tecnología que sólo nosotros poseemos, patentada y consolidada, e incluso instalada en grandes ciudades como Marsella". Munne considera que "con esta solución no tenemos competidores", ya que, aunque no permite el 'free float' (dejar o coger las bicicletas en cualquier lugar de la ciudad), ocupa menos espacio público y las bicis están más organizadas.
Para ciudades más grandes cuentan con una tecnología algo más tradicional donde cada bicicleta se ancla individualmente a un punto de anclaje. Considerado un sistema más seguro por los gestores de grandes ciudades, es el implementado en París desde hace años.
Otro aspecto que coloca a Fifteen como un actor diferencial en el mercado es la seguridad de sus bicicletas. Las ciudades localizan el vandalismo como el principal factor de riesgo de estos sistemas, tras demostrarse una tendencia generalizada en todo el mundo a romper los candados de la rueda trasera, la solución tradicional para que no se sustraiga la bicicleta.
La propuesta de la compañía francesa contempla un desarrollo tecnológico por el cual sitúa el bloqueo dentro del motor, de forma que la bicicleta no se pueda desplazar si el sistema considera que no ha sido desbloqueada: "Algo que nos ayuda mucho es que este bloqueo sea retroactivo, de manera que cuando alguien intenta pedalear, el motor hace la misma fuerza, pero en sentido contrario".
Propuestas innovadoras para crecer
Con vistas a consolidar su operativa y ampliar su negocio, Fifteen ha puesto en marcha un modelo de alquiler de bicicletas a largo plazo paralelo al sistema de bicicleta pública. Este sistema se basa en que el usuario paga una tarifa mensual que le permite desbloquear la bicicleta y llevarsela a su casa, siendo el responsable de cargar la batería. Así, empresa y ayuntamiento se ahorran el coste del mantenimiento y la recolocación de la bicicleta en las calles (rebalanceo).
Este modelo, que aún no existe en España, está siendo muy exitoso en París, hasta el punto de que el responsable de la compañía cifra en 20.000 las bicicletas compartidas y otras tantas bajo el régimen de alquiler a largo plazo, que esperan duplicar hasta las 40.000 en el año 2026. "En España no existe ciudad que combine ambos modelos en un mismo sistema, y ese es uno de nuestros principales objetivos", añade.
A ese respecto, Munne considera que "la ciudadanía está preparada, la tecnología está preparada y lo que falta es que la administración tenga el conocimiento y los fondos necesarios para llevar adelante los proyectos". "Creo que es un momento clave en España, donde se reúnen todas las características necesarias para que estos proyectos sean aceptados por los usuarios, tecnológicamente factibles y respaldados financieramente. Todo cuadra para que se consoliden y que en los próximos cinco o siete años sea una norma y una normalidad que cualquier ciudad tenga un sistema de bici pública", concluye el CEO.