Transportes y Turismo

Son Patrimonio de la Unesco, están en Badajoz y se utilizan como balneario: así son unas de las termas romanas más antiguas del país

  • Los romanos utilizaban las termas también como punto de encuentro social
  • En España se cuentan más de medio centener de restos de baños del antiguo imperio

Elena Garagui

En la Antigua Roma, la utilización de las termas romanas era muy popular, hasta tal punto que no ejercían solo como zona para la higiene personal (todas las ciudades del imperio albergaban uno o más baños), sino que también era punto de encuentro para reuniones y otras actividades de ocio y hasta deportivas. Para el s. IV, y antes de la caída del Imperio Romano, solo en Roma se contaban más de 850 baños.

La fama de las termas fue mayor debido al uso de aguas termales con componentes medicinales, ya entonces la ingeniería tan adelantada de los romanos permitía transportar esas aguas hasta los pueblos y ciudades del imperio mediante acueductos que, en la mayoría de los casos, eran kilométricos. Como por ejemplo, el conocido Acueducto de Segovia, que antaño conducía el agua del manantial de Fuenfría durante unos 17 kilómetros hasta llegar a la villa íbera.

De la presencia de los romanos en la península no cabe duda: los teatros de Mérida y Cartagena, el anfiteatro de Tarragona, Itálica (en Sevilla, la primera ciudad fundada en España por los romanos), y un sin fin de yacimientos repartidos por todo el territorio. Pero, pocas veces las antiguas termas forman parte de las listas de los principales monumentos de la antigua Roma en España. Y cabe destacar que aún hoy en día se conservan varias que datan de entre el s. I a.c y el s. III d.c, algunas en las cuales rehabilitadas para retomar su uso como balneario.

Termas de Alange

Las Termas de Alange conforman una de las partes del conjunto arqueológico de Mérida declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en el año 1993, junto al Teatro y Anfiteatro, al Circo, al Templo de Diana, al Arco de Trajano y al Acueducto de los Milagros, y así hasta sumar un total de 22 restos romanos. Se trata del único monumento fuera de la capital extremeña y de las pocas termas romanas en España aún en funcionamiento, además de una de las mejores conservadas en toda Europa.

Aunque a lo largo de los años ha sido tarea complicada determinar el año de su construcción, se estima que entre los s. II y III d.c, sí se sabe que las Termas de Alange ya estaban en pie con los imperios de Trajano y Adriano, dos de los cuatro únicos emperadores romanos de origen hispano. Casi de las mismas fechas datan la otra veintena de baños que se estima que existían en la antigua Augusta Emérita.

El conjunto de baños se encuentro en los altos de un cerro, en el mismo pueblo de Alange, y a orillas del Embalse de Alange, aunque en su origen recogía el agua medicinal de los ríos Matachel, Palomillas y el Valdemedel. Hasta nuestros días se han conservado dos cámaras de baños de 11 metros de diámetro y 14 de altura cada una (separación por sexos) dentro de un mismo edificio de 33 metros de largo y 16 de ancho.

Así, desde finales del s.XIX, las Termas de Alange funcionan como un balneario tras las remodelaciones y rehabilitaciones permitentes, añadiendo instalaciones más modernas, pero con el mismo atractivo que hace casi 20 siglos: el de sus aguas medicinales. Unas aguas con alto contenido en radón que mejoran el aparato respiratorio y otras afecciones como la artrosis, el reumatismo y las relacionadas con el sistema nervioso.

Las más antiguas del norte de España

A las afueras de nucleo urbano de la localidad de Aguilar de Campoo se encuentra Huerta Varon, uno de los últimos yacimientos arqueológicos de época romana descubiertos en la península, excavado a partir del 2013 (en el que participaron arqueólogos del IMBEAC), y que alberga las termas más antiguas de la zona norte de España, datadas del s. I d.c, aunque probablemente bajo un antiguo asentamiento prerromano.

De las labores de investigación y excavación se han descubierto varias salas recubiertas con mosaicos de muestras geométricas en vivos colores aún conservados, y que datan también de la misma época que el yacimiento. Del mismo modo, también se ha podido rescatar en bueno estado (teniendo en cuenta la diferencia de 20 siglos) el sistema de calefacción utilizado para calentar los baños, la forma de lo que podría ser una de las piscinas y el sistema de desagüe.

"Dado su estado de conservación se trata de un yacimiento arqueológico excepcional en el que es posible comprender cómo estaban construidas las termas rurales de época altoimperial romana. Del mismo modo, su sistema de suministro de agua y de evacuación de aguas residuales se conserva excepcionalmente bien", según las palabras de Kechu Torres, director de proyectos científicos en IMBEAC.