El Museo del ferrocarril celebrará cuatro décadas con un gran lavado de cara de la antigua estación de delicias.

  • La Fundación de los Ferrocarriles Españoles arrancará próximamente la remodelación y ampliación de la estación de Delicias con fondos procedentes del 2% cultural.
Museo del Ferrocarril

Juan Díaz Riquelme
Madrid,

Situado en el corazón de la capital española, el Museo del Ferrocarril de Madrid se prepara para conmemorar cuatro décadas de fascinante historia ferroviaria. Con su aniversario programado para el 19 de diciembre de 2024, este recinto emblemático ha sido testigo de una transformación notable desde sus inicios como una infraestructura clave para la capital hasta su posición actual como guardián de la memoria ferroviaria de España

Para celebrar este hito, elEconomista.es ha podido disfrutar de una visita a la estación de Delicias. Durante la visita, su director Francisco Polo Muriel ha compartido la génesis de la idea que dio origen a este museo y ha explicado en qué punto se encuentra a las puertas de cumplir cuatro décadas desde su apertura.

La historia del museo se remonta al cierre de la antigua estación un 30 de junio de 1969, fecha que marcó el fin de una era en el ferrocarril español ante la inauguración de la estación de Madrid-Chamartín, que obligó a reorganizar todos los tráficos ferroviarios. Frente a la disyuntiva de encontrarse una estación sin pasajeros surgió la idea de transformar este espacio en un museo, inspirada en la experiencia museística del Palacio de Fernán Núñez, también gestionado por la Fundación

Pero esa visión no cristalizó de inmediato. Fue a principios de la década de los ochenta cuando se tomó la decisión final de dedicar la estación al uso museístico, para lo cual se acumuló una rica colección de material rodante histórico que había quedado fuera de servicio. La restauración de este tesoro ferroviario se llevó a cabo con esmero, preparándolo para su exhibición al público general

La apertura oficial del Museo del Ferrocarril de Madrid tuvo lugar el 19 de diciembre de 1984 bajo el patronato de Renfe. Desde entonces, la instalación ha experimentado diversas evoluciones, cada una reflejando una faceta distinta de la rica historia ferroviaria española. Ahora, a punto de celebrar su cuadragésimo aniversario, el museo se enfrenta a un nuevo capítulo marcado por el proyecto de restauración liderado por el Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible.

El proyecto, respaldado por el Programa 2% Cultural para la Conservación del Patrimonio Histórico Artístico , implica una ambiciosa rehabilitación arquitectónica que promete transformar la estación y revitalizar el museo para las generaciones venideras, ampliando su capacidad en las dos naves contiguas. Uno de estos espacios se destinará para la creación de una biblioteca ferroviaria. Esta renovación pretende consolidar la estación de Delicias como un faro cultural que continúa guiando a los visitantes a través de los carriles del tiempo y la evolución ferroviaria.

A pesar de que todavía faltan varios meses para que arranque este lavado de cara y pueda observarse por los visitantes , desde el Museo del Ferrocarril ya están trabajando en la renovación del discurso expositivo. En el marco de este 40º aniversario se inaugurará una nueva sala de simuladores de conducción de trenes de alta velocidad. Esta contará con un programa adaptado al visitante, con diferentes escenarios tanto de simulaciones de circulación por líneas convencionales como por líneas de alta velocidad. "Los visitantes podrán probar esta experiencia mediante el uso de dos simuladores antiguos de Renfe", asegura Polo. En esta sala también se seguirá exhibiendo el primer simulador de alta velocidad que dispuso el operador público.

En la sala contigua se está habilitando un nuevo espacio expositivo que el museo planea inaugurar en los próximos días. Esta sala de exposiciones temporales arrancará con una exposición fotográfica dedicada a la obra gráfica de Juan Salgado Lancha, fotógrafo que trabajó para Renfe y la extinta Compañía de los ferrocarriles de Madrid a Zaragoza y a Alicante (MZA) en la primera mitad del siglo pasado. El fondo fotográfico conservado por el museo consta de más de 4.000 imágenes, de las cuales se ha seleccionado una muestra para la exposición que se inaugurará antes de la campaña de Navidad.

El museo hoy

En aras de los imperativos museísticos fundamentales, a saber, la conservación, investigación y divulgación, el equipo de especialistas del Museo del Ferrocarril de Madrid invita a los visitantes a una experiencia en la que se desvelan las singularidades y el funcionamiento de diversos objetos, ingenios y vehículos ferroviarios distribuidos meticulosamente en distintos recintos.

La Nave Central exhibe material rodante y piezas de menor escala dispuestas estratégicamente a lo largo de los andenes. Mientras tanto, la Sala de Infraestructura destaca las características esenciales de la construcción ferroviaria y sus componentes. La Sala de "Andaluces", bautizada en honor a la primera locomotora de la Compañía de Andaluces, vehículo que preside la sala, se dedica al Material Rodante: "Aquí se cuenta lo que ha sido el devenir histórico del material rodante desde los comienzos de la era ferroviaria en España, y de alguna manera complementa lo que es esta nave central", reseña el director de la institución.

De su lado, la Sala de Relojes presenta una notable colección, destacando entre ellos el reloj que dio salida al primer tren peninsular Barcelona-Mataró el 28 de octubre de 1848. Asimismo, la Sala de Modelismo ofrece una perspectiva en miniatura del ferrocarril; la Sala Delicias desgrana los aspectos más significativos de la histórica estación de Madrid-Delicias y, para culminar, el Enclavamiento de Algodor, emplazado en las vías exteriores, engloba la mesa de palancas y el puente de señales.

Entre las piezas más destacadas, de las 33 expuestas actualmente, está la imponente locomotora Tardienta, una joya de la ingeniería que evoca los primeros días de la revolución industrial. Fabricada por la prestigiosa firma británica John Jones & Son de Liverpool, la Tardienta es un testimonio vivo de la llegada de las locomotoras de vapor a nuestras tierras.

En el ámbito de la tracción eléctrica, sobresale la locomotora Brown Boveri et Cie. una pieza suiza que data de 1907. Esta impresionante máquina eléctrica formó parte de un conjunto de siete unidades adquiridas por la Compañía de los Caminos de Hierro del Sur de España en 1911. Marcando un hito, esta compañía se convirtió en la primera en implementar la tracción eléctrica en una línea de ancho ibérico, Tras dejar de circular en 1966, esta unidadse erige como el único ejemplar conservado.

En el reino de los trenes diésel destaca el Talgo II, una creación española de 1950 que marcó un antes y un después en la industria ferroviaria. Construido en Estados Unidos, la inauguración del servicio comercial en la ruta Madrid-Irún marcó un hito en la historia ferroviaria española después de que la constructora aunase tres innovaciones clave: la rodadura guiada, la composición articulada y la ligereza de su carrozado de aluminio. Además, redefinió el concepto de confort para los pasajeros, ofreciendo puertas de acceso a la altura de los andenes, butacas anatómicas y reclinables, aire acondicionado, servicio de comidas en los asientos y ventanas panorámicas.

Sin duda, el Museo del Ferrocarril de Madrid se presenta como un custodio apasionado de la historia ferroviaria española, a punto de celebrar su cuadragésimo aniversario con un proyecto de renovación ambicioso. Más allá de sus valiosas piezas en exhibición, el museo se embarca en una nueva fase que promete enriquecer la experiencia del visitante y preservar la rica herencia ferroviaria para las generaciones futuras. "Estamos ávidos por seguir trabajando nuevos contenidos que cuenten la historia más reciente del ferrocarril español, intentando modernizar los espacios que ahora mismo tenemos disponibles." Concluye Francisco Polo Muriel.