Transportes y Turismo

Iberostar hipoteca su sede en Mallorca por una deuda con Hacienda

  • Le han solicitado información sobre el Impuesto de Sociedades entre 2014 y 2017
Miguel Fluxá, presidente de Iberostar | Foto: Europa Press

Judith Arrillaga

El Grupo Iberostar se ha visto en la obligación de hipotecar su sede en Mallorca como garantía de una disputa que mantiene con Hacienda desde el año 2019. "Con fecha de enero de 2023 se inscribió una garantía sobre los inmuebles donde el grupo tiene su sede social a favor de la Agencia Tributaria española en garantía de determinadas actas firmadas en disconformidad por la sociedad del Grupo Balear de Inversiones Financieras, SL" reza la memoria de 2022 depositada en el Registro Mercantil.

Los hechos se remontan al año 2019 cuando la Agencia Tributaria comunicó a la sociedad Balear de Inversiones Financieras, socio único de Iberostar, que iniciaban un procedimiento para investigar el pago del IVA entre 2015 y 2017 y el pago del impuesto de sociedades entre los años 2014 y 2017. Es este segundo el que ha llevado a la hotelera de la familia Fluxá a tomar la decisión de hipotecar su sede.

Un año después, en julio de 2021, la entidad firmó varias actas en disconformidad, un rechazo que no fue aceptado por Hacienda y acabó derivando en varias reclamaciones económico-administrativas contra los acuerdos de liquidación interpuestos por la Agencia Tributaria.

Pese haber tomado la decisión de hipotecar su sede en Mallorca, el grupo explica en su memoria anual que tiene provisiones a largo plazo que le permiten hacer frente a los riesgos fiscales que puedan surgir por las diferencias interpretativas con la Agencia Tributaria. Según se refleja en las cuentas del socio único de Iberostar de 2021, último año disponible, tiene cerca de 22,5 millones de euros en provisiones a largo plazo.

El grupo explicó ya en 2020, tras recibir los avisos de Hacienda, que debido al diferente tratamiento que la legislación permite para determinadas operaciones, el resultado contable difiere de la base imponible fiscal. Además, detalló que se establece en la legislación los impuestos no pueden considerarse liquidados hasta que las declaraciones presentadas hayan sido inspeccionadas por las autoridades fiscales o haya transcurrido cuatro años, lo que provoca que tenga abiertos a inspección todos los impuestos principales que le son aplicables desde 2018 y desde 2017 en el del Impuesto de Sociedades.

Fuentes del grupo hotelero explican a este medio que trabajan para mantener una relación transparente con las autoridades tributarias, atendiendo en tiempo y forma los requerimientos recibidos de los distintos procedimientos tributarios. "Por todo ello, podemos confirmar que Grupo Iberostar se encuentra libre de deudas con la Agencia Tributaria", apuntan.

Otros conflictos con Hacienda

No es la primera vez que el grupo hotelero de la familia Fluxá mantiene un pulso con la Agencia Tributaria. En 2014, el Ministerio de Hacienda, entonces capitaneado con Cristobal Montoro, aplazó una deuda de 53,40 millones de euros que mantenía con el organismo público debido a las fuertes pérdidas que el grupo balear había registrado en 2012.

Según la memoria de 2013, el grupo renegoció el calendario de vencimientos de una deuda con Hacienda derivada de una actuación fiscal por el Impuesto de Sociedades de los ejercicios 2006 y 2008.El Ministerio consideró que los Fluxá no contabilizaron correctamente ciertas provisiones que fueron consideradas fiscalmente deducibles por el grupo.