Transportes y Turismo

Táboas abandona Renfe con el plan millonario del AVE a Texas en el aire

  • La salida del presidente coincide con la redefinición del plan estratégico
  • El proyecto ha avanzado por el lado de las expropiaciones, pero no de la financiación
  • El planteamiento inicial pasaba por captar fondos privados y no recurrir a dinero público

Cristian Reche
Madrid,

La dimisión forzada del presidente de Renfe, Isaías Táboas, tras la presión del Ministerio de Transportes por la crisis de los trenes de ancho métrico, deja a la operadora con un largo listado de retos por abordar en mitad de su plan estratégico. Emerge por encima del resto el AVE en Estados Unidos, donde la operadora es socio estratégico de un consorcio de promotores privados que conforman Texas Central y, a día de hoy, sigue sin conseguir el cierre de la financiación necesaria para poner en marcha los más de 380 kilómetros que unirán las ciudades de Dallas y Houston.

El proyecto, que prometía hasta ahora 6.000 millones de dólares para la compañía española, ha avanzado a través de las expropiaciones a los terratenientes, cuyos terrenos coinciden con el futuro trazado de las vías por las que deben circular los trenes que replicarán la operativa del sistema ferroviario japonés Tokaido Shinkasen. El proceso ha despertado la oposición de parte de estos propietarios, que no han dudado en judicializar el proceso, aunque sin éxito, tal como confirmó en junio la Corte Suprema de Texas.

Pese a resolver este escollo, los problemas no desaparecen en torno al proyecto. El factor clave sigue siendo el desbloqueo de fondos. El propio Táboas, días antes de presentar su dimisión, actualizaba el estado del proyecto y apuntaba a que continuaba a la espera de "fondos federales".

Pero fuentes del sector discrepan de este extremo, ya que consideran que el proceso depende única y exclusivamente de la iniciativa privada. De hecho, la propia compañía aseguraba en 2018 que Texas Central "no usará fondos federales o estatales para su construcción, ni requerirá subsidios para la fase de operación". De lo que no hay duda es de que la cuenta de resultados de Renfe of America sigue sin apenas ingresos y evidencia la parálisis del proyecto. A ello se suma que sigue sin un equipo directivo visible desde que en mayo salieran los principales ejecutivos.

Plan estratégico a 2028

El adiós de Táboas y su relevo por Raül Blanco coincide en la redifinición del plan estratégico 2023-2028, confiado a la consultora McKinsey y en el que la internacionalización es una tarea pendiente de la compañía del Ministerio de Transportes.

A ello se une otra lista de tareas en España, como la gestión óptima de los servicios de Cercanías, donde la percepeción de la opinión pública es cada vez más negativa, como muestran las distintas encuestas de la CNMC. El deterioro se ha traducido en una mayor tensión territorial por parte de comunidades autónomas, que han reclamado la gestión del servicio, y con la oposición.

La otra gran patata caliente es la alta velocidad en España, donde Renfe ya tiene competencia desde 2021. La llegada de Ouigo e Iryo le ha costado ya una merma de la cuota de mercado en su principal corredor (Madrid-Barcelona) y una caída media de los precios del billete.

Este año también es vital para la vuelta a beneficios, ya que 2022 cerró con números rojos por el elevado coste de la energía y los meses marcados por las restricciones a la movilidad por Ómicron.